En la constante batalla entre los conductores y las autoridades de tráfico, un simple truco ha desatado la indignación de la Dirección General de Tráfico (DGT). Se trata de un método aparentemente sencillo para detectar la presencia de radares fijos ocultos detrás de los carteles y señales de tráfico en las carreteras. Aunque la DGT insiste en que su objetivo principal es reducir la siniestralidad, este truco podría ser interpretado por algunos conductores como una forma de eludir los controles de velocidad, desatando el enojo de los responsables de la seguridad vial. En este artículo te contaremos cómo es el truco que alertó a la DGT y te explicaremos por qué no debes hacerlo.
2¿Por qué la DGT se enfurece ante este revelador truco?
La reacción de la DGT ante este truco es comprensible. Desde su perspectiva, cualquier intento de eludir los controles de velocidad podría poner en riesgo la seguridad vial y socavar los esfuerzos realizados para reducir la siniestralidad en las carreteras españolas.
Los radares fijos son una herramienta fundamental en la estrategia de la DGT para disuadir a los conductores de exceder los límites de velocidad establecidos. Al ocultar su ubicación detrás de carteles y señales, se busca generar un efecto sorpresa que incentive a los conductores a mantener una velocidad adecuada en todo momento.
Sin embargo, la difusión de este truco podría interpretarse como una invitación a eludir los controles de velocidad, lo que podría tener consecuencias graves en términos de seguridad vial. La DGT teme que los conductores se sientan tentados a conducir a velocidades excesivas, confiando en poder detectar y evitar los radares ocultos.