Glovo se había escapado de sus sanciones por incumplir la ley rider en España, que ascienden hasta los 60 millones de euros, gracias a declararse en crisis. Pero, irónicamente, la compra de la empresa por parte de la alemana Delivery Hero ha hecho que la aplicación mejore sus previsiones, asegurando que terminará el año con números negros, confiando en que al menos podrán contar con cuentas igualadas. Así lo explicaban hace dos meses los directivos de la compañía, y así lo vuelven a defender este mes en una llamada de emergencia posterior a la compra de 3,6% de las acciones de la empresa por el grupo Sachem Head.
El problema es que la empresa hasta ahora ha defendido que no es capaz de pagar las sanciones por su crisis económica. De hecho, ante la pregunta de la situación de Glovo en España, el director financiero de la empresa matriz Delivery Hero, Emmanuel Thomassin, dijo que no se esperaban gastos en pagar sanciones en España, aunque la empresa tiene apartados 400 millones de euros si es necesario. Sin embargo, la presentación puede ser un buen argumento de cara a las nuevas sanciones impuestas sobre la empresa, siendo la más reciente el caso de Asturias.
Aun así, no se muestran demasiado interesados en reemplazar a los autónomos por repartidores con contrato. De hecho, ni Glovo en España ni la propia Delivery Hero han hecho un esfuerzo en controlar las cuentas de los repartidores, permitiendo alquileres de cuentas, sesiones y otras actividades que deberían ser evitadas según la nueva ley y según el reglamento europeo de trabajo en plataformas. En la propia llamada de resultados de cierre el año pasado, el propio Thomassin se mostraba confiado de que al menos podrían navegar la burocracia española el tiempo suficiente para retrasar el problema por, al menos, un año.
De momento es evidente que la empresa sigue confiando en lo que caracteriza como un modelo «flexible» para los riders en el país. Pero el problema es que con los números que presenta la empresa matriz será cada vez más complicado esquivar el pago de las sanciones por las violaciones de la Ley Rider. En la misma conferencia de accionistas, el director ejecutivo de la compañía, Niklas Ostberg, señalaba, sin embargo, que esperaban tener «claridad» sobre la situación en el corto plazo, aunque de momento no hay cambios.
TRABAJO INICIÓ EL AÑO SIGUIENDO DE CERCA A GLOVO
Dado que la ley rider ha sido una de las banderas de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no debería ser una sorpresa que haya decidido hacer de Glovo un ejemplo. Es bueno recordar que en 2021 la empresa cambió su modelo de contratación por uno más «flexible», decisión que los puso en el ojo del huracán. Antes de la primera sanción del mes de enero siempre habían defendido que estaban siendo investigados, pero no habían sido sancionados. La realidad es nueva, y hasta este año confiaban en sus números rojos como última estrategia para escapar de las sanciones.
Pero es que además de la inspección de trabajo de este año, la empresa acumula una deuda de más de 200 millones de euros en multas y seguramente se sigan sumando. Lo cierto es que mientras la empresa siga contando con sus «falsos autónomos» seguirá en la mira del Gobierno que parece querer hacer de ellos un ejemplo. Ahora su optimismo de cara a fin de año, además complica su defensa para evitar pagar, por lo que será importante seguir de cerca los cambios en la aplicación y en su forma de tratar a los trabajadores.
GLOVO DEJA PRESIONA A JUST EAT EN ESPAÑA CON LOS RIDERS SIN CONTRATAR
Lo cierto es que mientras Glovo decide cómo manejar esta situación, cada vez hay más argumentos para dar la razón a Just Eat cuando señala a su competidor por los problemas que genera al ignorar la ley. Es una queja que suele ir de la mano con la decisión de contratar a sus repartidores en lugar de seguir contando con autónomos, y además aplicar las medidas necesarias para evitar que algunos de ellos compartan las cuentas o la cedan a otros usuarios, cosa que según explican los propios riders no hace Glovo.
Aun así, la situación de Just Eat y otras empresas similares no es fácil de mantener. Ya se tuvieron que ir del mercado de Nueva Zelanda y señalaron que en España «ellos cumplían la ley, mientras otros no». Es un comentario que repiten sindicatos como CGT, que incluso llega a acusar a Glovo de querer monopolizar el mercado, y de competencia desleal, ya que el tener riders sin contratar se traduce en un menor costo operativo. Pero si desde Trabajo pueden obligar a la empresa a pagar las multas puede ser lo que necesitan los competidores para que se equilibre el mercado.