La fama puede ser muy dura a veces, en donde el éxito es pasajero y de esto puede dar fe Fernando Ramallo, un actor con toda las letras. La década del noventa lo posicionó como uno de los galanes adolescentes más prometedores, en donde su cara bonita y grandes dotes para actuar le daban trabajo a como de lugar. Fue la película Carreteras secundarias de 1997 en donde tocó el pico máximo de popularidad.
Estar en ese largometraje no solo que le hizo ganar mucho dinero y fama, sino que fue nominado a los prestigiosos Premios Goya. Fue en el rubro actor revelación, el cual finalmente no llegó a ganar. No obstante, esto le abría las puertas para más trabajos de renombre: El corazón de guerrero y Krampack fueron sus siguientes grandes papeles, pero no todo resultó como esperaba.
De la fama al ocaso: El curioso caso de Fernando Ramallo
Tras el éxito que resultó ser Krampack, ni sus irrupciones en la serie Ellas son así (que se emitió en Telecinco), ni su último gran protagonista en Algunas chicas doblan las piernas cuando hablan, le permitieron seguir con su carrera cinematográfica de forma emergente. Las películas empezaron a perder calidad y las series que le ofrecían, como Diez en Ibiza, emitida en TVE, no tenían esa audiencia que se esperaba en la previa.
Aquí es cuando empieza lo peor para Fernando Ramallo: No tuvo los ahorros suficientes tras sus éxitos, por lo que mientras faltaban propuestas para la pantalla grande o chica hizo otras cosas. Trabajó de tele-operador, animador en fiestas o vendedor en una tienda de ropa. «No se me pasa por la cabeza quedarme quieto», ha dicho al respecto cuando se le consultó sobre el tema.
Los últimos años de Fernando Ramallo: Revancha en el cine y teatro independiente
Con tiempo suficiente, se hizo su propio canal de Youtube y allí cuenta cómo van sus cosas. Entre otras, reveló solo haber pasado cuatro meses sin tener un trabajo, y que el retorno a la actividad lo hizo en el teatro amateur. Esto no te hace ganar el dinero suficiente para vivir, pero es una forma de volver a las bases y reinventarse. Así fue como Fernando Ramallo dio un paso más en su faceta actoral.
Hubo de todo: Desde interpretarse a sí mismo en un episodio de la serie ¿Qué fue de Jorge Sanz?, hasta volver a hacer de Tristán, su personaje de La buena vida. Sin el éxito rotundo de sus inicios, Fernando Ramallo trata de mantenerse en pie y activo dentro del rubro que tanto ama. Por último, planea llevar adelante una nueva película pero dentro de su canal de Youtube. Alguien que nunca tirará la toalla.