El tabaco y los estancos en alerta ante la desaparición de dos tipos de tabacos debido a la entrada de vigencia del Real Decreto. La industria del tabaco experimenta cambios significativos en España esta semana, ya que dos conocidos tipos de tabaco han desaparecido de todos los estancos. Esta drástica medida surge como consecuencia de la entrada en vigor del Real Decreto 47/2024, el cual prohíbe la venta de tabaco calentado con aromas caracterizantes. Entre las marcas afectadas se encuentran dos variantes del IQOS: el mentolado fuerte (Blue) y los frutos rojos (Mauve Wave).
La implementación de esta normativa responde a la necesidad de cumplir con las directrices europeas, específicamente en lo que respecta a la regulación de los aromas caracterizantes en productos de tabaco. Según lo declarado por Daniel Cuevas, director general de Philip Morris en España, Portugal y Andorra, esta prohibición impacta directamente en las dos variantes mencionadas, lo que ha llevado a su retirada inmediata del mercado nacional.
A pesar de la desaparición de estas dos opciones de tabaco, los estancos aún mantienen disponibles otras seis variedades de la marca Terea: Amber, Russet, Sienna, Teak, Turquoise y Yellow. Sin embargo, la incertidumbre persiste en cuanto a la posible llegada de nuevas variantes que cumplan con las regulaciones vigentes y que sean comercializables en el país. Esta transformación en el mercado del tabaco refleja los esfuerzos por parte de la industria y las autoridades para promover hábitos más saludables y reducir los riesgos asociados al consumo de productos de tabaco.
6Tabaco calentado: menos nocivo, pero no inocuo y se expende actualmente en el estanco
El tabaco calentado presenta una alternativa aparentemente menos nociva al tabaco convencional, pero sigue conllevando riesgos para la salud. Su funcionamiento difiere del tabaco tradicional en el proceso de calentamiento en lugar de combustión. En lugar de quemar el tabaco, se calienta a una temperatura controlada dentro de un dispositivo especial, generando un aerosol que el consumidor inhala. Esta diferencia fundamental reduce la presencia de algunos componentes nocivos presentes en el humo del tabaco convencional, como alquitrán y monóxido de carbono, lo que se percibe como una opción más segura para algunos fumadores.
Sin embargo, a pesar de su menor toxicidad en comparación con los cigarrillos tradicionales, el tabaco calentado no es inocuo para la salud. Aunque se reducen algunos riesgos asociados con la combustión, el aerosol generado aún contiene nicotina, la cual es altamente adictiva. Además, existen otros compuestos presentes en el aerosol que pueden ser perjudiciales para la salud, aunque en menor medida que en el humo del tabaco convencional. Estos incluyen carcinógenos y otros productos químicos tóxicos que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer a largo plazo.
Por lo tanto, mientras que el tabaco calentado puede ser considerado como una opción menos perjudicial en comparación con el tabaco convencional, sigue siendo fundamental comprender que no es una alternativa libre de riesgos. Su consumo puede tener consecuencias negativas para la salud, especialmente cuando se utiliza como una forma de mantener la adicción a la nicotina o como una excusa para continuar fumando. La mejor opción para la salud sigue siendo abstenerse por completo del consumo de productos de tabaco.