Pep Guardiola afrontó la derrota sin buscar culpables y felicitando al rival por su gran partido
El Manchester City de Pep Guardiola cayó eliminado en cuartos de final de la Champions League ante el Real Madrid. Los ingleses, que traían un gran resultado del Bernabeu, acorralaron al conjunto blanco durante prácticamente todo el encuentro, salvo la ocasión del gol de Rodrygo. Sin embargo, el asedio continuado no tuvo sus frutos y el partido llegó a la tanda de penaltis donde los de Ancelotti acabaron imponiéndose.
Tras el encuentro, Pep Guardiola salía a rueda de prensa a analizar el partido y, a diferencia de lo que hizo Xavi Hernández el día anterior, no trató de buscar culpables fuera de su equipo. Tampoco culpabilizó a sus hombres, a quiénes elogió por el gran trabaja que hicieron. Además, dedicó una bonitas palabras de felicitación al Real Madrid por su pase a semis.
Xavi debe aprender de Pep Guardiola
Las palabras de Pep Guardiola tras el partido contra el Real Madrid deberían servir a Xavi Hernández de ejemplo de como un buen entrenador debe asumir la derrota. Y es que la diferencia de actitudes entre ambos técnicos tras sus correspondientes partidos han sido la cara y la cruz. El primero ha sido autocrítico y ha elogiado al rival. El segundo, piensa que hicieron todo bien y la derrota se debió a agentes externos.
En este sentido, Xavi Hernández señaló directamente al árbitro rumano István Kovács como responsable directo de la eliminación del FC Barcelona al mostrar una tarjeta roja muy clara a Ronald Araújo. Su falta de acuerdo con el equipo arbitral también le costó al técnico la expulsión tras protestar airadamente y con palabras malsonantes.
La imagen de Xavi está muy dañada
La reacción de Xavi Hernández tras la derrota ante el PSG no hace sino añadir otra muesca más a la mala imagen que el de Tarrasa se está forjando como entrenador. Son ya muchas las ocasiones en las que el entrenador del FC Barcelona ha preferido echar balones fuera a asumir la responsabilidad del mal rendimiento del equipo.
Además, ante los árbitros su imagen tampoco es buena. Así, hay un dato muy revelador. Mientras que como jugador apenas fue expulsado en 2 ocasiones y vio 58 amarillas en 767 partidos, como entrenador ya ha visto 3 tarjetas rojas y 22 amonestaciones en tan solo 136 encuentros dirigidos.