La seguridad vial es una prioridad fundamental para todos los conductores, y en este sentido, la visibilidad a través del parabrisas juega un papel crucial. Un cristal limpio y transparente no solo garantiza una conducción más segura, sino que también evita costosas multas impuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT). En este artículo, exploraremos los riesgos asociados con la acumulación de suciedad en el parabrisas, las sanciones correspondientes y los consejos prácticos para mantenerlo en óptimas condiciones.
2Visibilidad comprometida: un peligro inminente en la carretera
Más allá de las sanciones económicas de la DGT, conducir con un parabrisas sucio representa un grave riesgo para la seguridad vial. Una visibilidad reducida puede dificultar la detección de peatones, señales de tráfico u otros vehículos, aumentando significativamente la probabilidad de accidentes. Incluso una ligera capa de suciedad puede distorsionar la percepción de las distancias y los reflejos, dificultando la toma de decisiones cruciales en situaciones de emergencia.
Además de la visibilidad comprometida, la suciedad acumulada en las placas de matrícula también puede acarrear multas por parte de la DGT. El artículo 76 de la Ley de Tráfico establece que las placas deben ser claramente legibles y no presentar obstáculos que dificulten su identificación. Incumplir esta norma de la DGT se considera una infracción grave, con multas que pueden alcanzar los 200 euros.