Que el K-Pop, es decir, el pop producido en Corea del Sur, generaba dinero no era duda de nadie, pero que Morgan Stanley, una de las principales empresas de inversión del mundo, se tome el tiempo de revisar su negocio a futuro puede ser una sorpresa. Pero lo cierto es que en un reciente informe de la empresa se incluye un artículo bajo el título de ‘El potencial de inversión del K-Pop’ en el que se pone lupa sobre la forma de manejar el negocio, y de las empresas detrás de algunos de los artistas más importantes del mundo.
Es una realidad interesante para la industria. En un momento complicado para la industria música, el mercado de Corea sigue creciendo y a pesar de la crítica a como funciona este mundo, donde los artistas son profundamente desechables después de entrar en la edad donde deben cumplir con el servicio militar obligatorio. Aun así, no deja de ser un momento interesante para invertir en la industria cultural coreana, sobre todo a la música.
«Hay una ola de interés global en los productos culturales de Corea del Sur, desde los programas de televisión como ‘El juego del calamar, y películas, como ‘Parásitos’, hasta la comida, han ayudado poco a poco a que el K-Pop consiga una gran audiencia en Occidente» explica el analista del departamento de investigación de Morgan Stanley Seyon Park. «En la actualidad, muchos de los artistas nuevos están trabajando con elementos de pop occidental, incluyendo trabajar con compositores occidentales, para expandir su base de fanáticos».
Es un cambio más importante de estrategia. Por mucho tiempo, debido a su tamaño, la industria cultural asiática se permitía funcionar de forma hermética con occidente, manteniendo de ser posible la distancia. Pero poco a poco ha habido una simbiosis y aunque Corea del Sur se ha vuelto el caso más evidente, la llegada de más productos japoneses, en algún momento un nicho muy específico.
Aun así, el informe hace hincapié en el crecimiento de la industria en Corea del Sur, donde el trabajo de años ha generado audiencias leales para sus artistas musicales. El caso más evidente es el de BTS, el grupo que se ha vuelto la cara de esta explosión con varios sencillos clave que se han colado en listas de éxito de Estados Unidos, e incluso de España.
Pero detrás de ellos han nacido grupos como The Rose, New Jeans, Ateez o Red Velvet, que también tienen su propio grupo de seguidores fieles, que no solo escuchan la música, sino que hacen el esfuerzo para aumentar sus reproducciones y darle a este sonido en las listas de éxito, o en las redes sociales.
UN PORCENTAJE ALTO DE LA INDUSTRIA QUE PUEDE SEGUIR CRECIENDO
Los datos en Estados Unidos son impresionantes, como lo explica Park, aunque no alcanzan los datos de la música en español de momento. «En la actualidad el K-Pop representa el 3% de toda la industria de la música grabada, pero es menos de la mitad de lo que generan los géneros latinos o el country», acepta el analista. «Por eso mismo creemos que tiene una autopista abierta para crecer y expandir su porcentaje del mercado en el país, y más aún, en el mercado de 130 mil millones de dólares en la industria de la música global», sentencia optimista.
Es que precisamente se espera que este género siga poco a poco el camino que la música en español ha trazado en la música anglosajona. Es un escenario cada vez más visible para un sonido como el del K-Pop, tan especifico como el género urbano, y con la misma característica de poner el ritmo por encima de la letra en la producción, es una situación más que interesante para quienes revisan el mundo de la música desde la visión de negocio.
LA LEALTAD DE LOS FANÁTICOS DEL K-POP
El gran secreto que tiene este género, que no tiene el mundo urbano, es la forma en la que crea una conexión tan profunda con los seguidores. Pero, la realidad es que ninguna industria ha entendido como la coreana la posibilidad de convertir el fenómeno del fanático moderno en un arma.
«Esta base de fanáticos tan leal es una fundación solidad para el futuro de las ventas de discos y de las ventas de entradas a conciertos. Esto distingue a los fanáticos del K-Pop o cuya base de fanáticos suele ser más casual», explica Park sobre este fenómeno.
