La historia de Joaquín Sabina en el mundo de la música tiene miles de capítulos, sobre todo si tenemos en cuenta que se sumergió en él desde muy joven. Oriundo de Úbeda, solo con 14 años empezó a componer poemas y baladas, aunque estas últimas solían ser dobladas al castellano sobre éxitos de Elvis Presley, Little Richard o Chuck Berry. Sin embargo, su estilo particular lo hacían destacar.
Entusiasmado, en el año 1968 ingresa en la Universidad de Granada para estudiar Filología Romántica. Durante el estado de excepción, su padre Jerónimo García, que era comisario en Úbeda, recibe la orden de detenerlo por tener ideologías marxistas. Si bien logró esquivar la situación, dos años más tarde tuvo que exiliarse a Londres junto a su novia Lesley. Permaneció en Inglaterra casi 10 años, en donde daba conciertos amateurs para otros exiliados de España, ganando poco a poco popularidad.
Regreso a España para Joaquín Sabina y éxito total
En 1975, Joaquín Sabina empezó a escribir sus primeras canciones y actuó en un bar ante el mismísimo George Harrison, quien celebraba su cumpleaños. Un año más tarde aparece en forma de libreto de canciones Memorias del exilio y es todo un éxito. Dos años después debe hacer el servicio militar obligatorio, al cual quiso oponerse, pero por resistirse amenazaron su vida. Los discos Malas Compañías y La Mandrágora fueron el puntapié de una carrera directo al estrellato.
Si bien formó parte de los grupos Ramillete de Virtudes y Viceversa, lo cierto es que Sabina quería ser solista para tener más libertadores y ganar más dinero. Hotel, dulce hotel, lo hizo conocido no solo en todo España, sino que su música llegó a países de Latinoamérica como Argentina, Chile, Ecuador, Venezuela y México, en donde hizo giras.
Joaquín Sabina se convierte en una leyenda de la música y sigue vigente a sus 75 años
De una personalidad jocosa y perfil alto, a Joaquín Sabina no era extraño verlo en la televisión a menudo. Formó grandes amistades con los cantautores Fito Páez y Charly García, con quienes cantó en vivo en el teatro argentino Luna Park. En paralelo y mientras pasaban éxitos como 19 días y 500 noches, fue padre de Carmela y Rocío, producto de dos de sus más extensas relaciones: Isabel Oliart y Jimena Coronado.
Sus problemas de salud lo han alejado varias veces de los escenarios, teniendo que quedar internado por un infarto cerebral en 2001 por ejemplo. Pero cada vez que se recuperaba parecía que se hacía más fuerte y siguió componiendo. Tal es así que En 2017 lanza su nuevo álbum Lo niego todo, con producción de Leiva; mientras que tres años más tarde contrae nuevamente matrimonio con Jimena Coronado, el gran amor de su vida. Ya en 2023 ganó un Premio Goya por el tema Sintiéndolo mucho.