Prostitutas espías y otras curiosidades que no conoces de la Segunda Guerra Mundial

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Durante la Segunda Guerra Mundial, fueron muchas las estrategias utilizadas, siendo una de las más curiosas, el uso de prostitutas como espías. En un conflicto que cobró millones de vidas, ambos bandos apostaron a realizar cualquier cosa para obtener información sobre el otro.

Aparte de los eventos trágicos y ampliamente conocidos, la Segunda Guerra Mundial también estuvo marcada por una serie de hechos curiosos, siendo el mencionado uno de ellos, pero hay otros poco conocidos que hicieron de este conflicto un evento global y único. ¡Descúbrelos!

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¿Estados Unidos quería bombardear los volcanes en Japón?

Prostitutas espías y otras curiosidades que no conoces de la Segunda Guerra Mundial

Aunque parezca ficción, es cierto que Estados Unidos consideró bombardear volcanes en Japón durante la Segunda Guerra Mundial. La idea era inducir erupciones volcánicas que causarían daños generalizados y desmoralizarían a la población japonesa. Sin embargo, el plan fue finalmente abandonado por varias razones:

  • Incertidumbre científica: No había certeza científica de que bombardear un volcán pudiera desencadenar una erupción. De hecho, existía la posibilidad de que las bombas simplemente reforzaran el volcán y lo hicieran más peligroso.
  • Imprevisibilidad: Las erupciones volcánicas son eventos impredecibles y caóticos. Era imposible predecir con exactitud cuándo o dónde ocurriría una erupción, lo que dificultaba la planificación y ejecución de un ataque efectivo.
  • Efectos secundarios: Las erupciones volcánicas pueden tener efectos secundarios devastadores, como la lluvia de cenizas, los tsunamis y los flujos piroclásticos. 
  • Preocupaciones morales: La idea de utilizar la fuerza de la naturaleza como arma de guerra generó muchas preocupaciones morales; algunos temían que el bombardeo de volcanes pudiera sentar un precedente peligroso para el uso de armas de destrucción masiva.
  •  Alternativas más efectivas: Estados Unidos ya estaba llevando a cabo una campaña de bombardeos estratégicos contra ciudades japonesas, lo que estaba causando un daño significativo y contribuyendo a la eventual rendición de Japón; se consideró que un ataque a los volcanes no era necesario ni estratégico.