Ir a baños públicos puede convertirse en un momento de terror si eres de las personas que se preocupa excesivamente por la higiene. Son muchos los que afirman que ir a un baño público, aumenta las posibilidades de coger una infección; ahora bien, ¿qué hay de cierto en esto?
Estos baños, que son visitados pro cientos de personas al día, normalmente son mal vistos, así que veamos qué hay de cierto en los mitos que los rodean.
5Cómo disminuir riesgos de infecciones
Para evitar coger infecciones en un baño público, es importante seguir algunas medidas de higiene básicas. Es fundamental que el baño público esté correctamente mantenido y limpio. Un buen mantenimiento reduce el riesgo de contraer infecciones. Si encuentras un baño público, sucio o en mal estado, es recomendable buscar otro lugar para usar el baño.
También, lávate las manos con agua y jabón antes y después de usar el baño. El lavado adecuado de manos es una de las medidas más efectivas para prevenir la propagación de enfermedades. Si no hay agua y jabón disponibles, puedes usar un desinfectante de manos a base de alcohol con al menos un 60% de alcohol.
Además, evita el contacto directo con superficies potencialmente contaminadas, como el asiento del inodoro. Puedes utilizar papel higiénico o cubrir el asiento con una funda de papel antes de sentarte; y, por supuesto, evita tocar superficies comunes, como las manijas de las puertas, grifos y dispensadores de jabón, directamente con las manos desnudas. Utiliza papel higiénico o una toalla de papel para protegerte.