Ir a baños públicos puede convertirse en un momento de terror si eres de las personas que se preocupa excesivamente por la higiene. Son muchos los que afirman que ir a un baño público, aumenta las posibilidades de coger una infección; ahora bien, ¿qué hay de cierto en esto?
Estos baños, que son visitados pro cientos de personas al día, normalmente son mal vistos, así que veamos qué hay de cierto en los mitos que los rodean.
3Sentarse en baños públicos no te garantiza una infección, pero sí aumenta el riesgo
Las superficies de los baños públicos, especialmente el asiento del inodoro, pueden albergar una variedad de bacterias y virus que causan enfermedades como:
- Gastroenteritis: Causada por norovirus y rotavirus, provoca vómitos, diarrea, fiebre y dolor abdominal.
- Hepatitis A: Una infección del hígado que puede causar ictericia, fatiga, náuseas y vómitos.
- Infecciones de la piel: Causadas por bacterias como Staphylococcus aureus, pueden provocar impétigo, forúnculos y celulitis.
- Infecciones del tracto urinario: Causadas por bacterias como Escherichia coli, pueden provocar ardor al orinar, necesidad frecuente de orinar y dolor pélvico.
Es importante tener en cuenta que mantener una buena higiene, como lavarse las manos adecuadamente después de usar el baño, puede ayudar a reducir aún más los riesgos de contagio. Además, es recomendable evitar el contacto directo con superficies potencialmente contaminadas, como los pomos de las puertas de los baños públicos, y utilizar papel higiénico o protectores de asiento para mayor precaución.