El phishing preocupa a gran parte de la sociedad, pero no muchos saben de qué se trata. Básicamente es un tipo de ataque cibernético en el que los delincuentes se hacen pasar por una entidad de confianza, como un banco, una empresa de comercio electrónico o una agencia del gobierno, con el objetivo de estafar a las víctimas para que compartan información confidencial (claves, números de tarjetas de crédito o datos personales).
Estos ladrones 2.0 se hacen pasar por nuestros bancos, tiendas en línea y otras cosas que puedan resultar relevantes. La astucia del phishing se basa en su difícil tarea, desafiando constantemente a las personas a dudar entre lo genuino de lo fraudulento. Es por eso que a continuación te revelaremos cómo funciona este tipo de estafa virtual que afecta a millones en el planeta.
El funcionamiento del phishing en simples pasos
Esto se puede dividir en cuatro grandes grupos. El más popular es el Phishing por correo electrónico, en donde los delincuentes mandan mensajes desde esa vía que parecen ser de una fuente legítima, como un banco o una empresa comercial. En el correo electrónico, los delincuentes pueden solicitar a la potencial víctima que haga clic en un enlace, abra un archivo adjunto o brinde información confidencial. Si lo haces, todo estará perdido.
Las redes sociales también están inundadas de esta estafa. Aquí estos ladrones se crean perfiles falsos en diversas plataformas que parecen ser de una fuente legítima. En los perfiles falsos, estas personas pueden intentar engañar a las víctimas para que compartan información confidencial, como datos de tarjetas bancarias y demás. Un punto para detectarlos está en el precio de lo que venden, el que a veces parece ser irrisorio. Otro es que piden transferencias antes de entregar su «producto», el cual no existe.
Dos puntos centrales del phishing y cómo mantener nuestra seguridad
El phishing puede llegar también a través de un mensaje de texto o por la aplicación WhatsApp (puede ser Telegram también). Misma modalidad: Se hacen pasar por una fuente legítima y te piden datos muy personales para robarte. El último truco que tienen está en las llamadas telefónicas, en donde una voz que simula ser un empleado de tienda o empresa del gobierno intenta sustraer tus datos. Pero hay algo que te ayudará a estar a salvo, incluso en línea.
Básicamente evitar el phishing es desestimar este tipo de mensajes, sin responderlos. Pero si tienes dudas de que realmente se trata de un ente oficial, tan solo puedes verificar su correo electrónico o número de teléfono en internet. Nunca, ni siquiera tu banco de cabecera, te pedirá la clave de tu tarjeta ni mucho menos que brindes información adicional extra.