El yoga es una actividad ya sumamente instalada en la sociedad, dejando atrás todos los prejuicios que tuvo años atrás. Si bien el gran porcentaje que lo practica son adultos mayores, ahora gana terreno no solo en el campo adolescente o juvenil, sino que entre los niños y bebés. Lógicamente estos son impulsados por sus padres, quienes encuentran en dicha actividad un montón de beneficios.
Es por eso que a continuación te contaremos todas las situaciones favorables que tiene, empezando por el vínculo de apego seguro, acaso el más conocido. Haciendo yoga la madre o padre y el hijo están en constante contacto, haciéndolo de forma tranquila. El bebé se siente protegido y el vínculo se fortalece, en donde además es una fantástica forma de afianzar nuestra relación con el niño en cuestión.
La importancia del yoga en los bebés y otros beneficios de la actividad
Más allá de que siempre esta actividad recarga tu energía, es un gran momento para vincularte con el bebé y compartir un agradable momento. Justamente, el yoga también es útil para la recuperación del parto: Con esta actividad fortalecerás pelvis y abdomen, además de liberar la tensión muscular general, en especial en la espalda. Por su parte favorece la recuperación psicológica y ayudará a recobrar las fuerzas que tenías antes de la llegada del bebé.
Pero esto no solo relajará a la madre (quien por cierto lo necesita y mucho), sino que el propio bebé se verá beneficiado. Es que resulta perfecto para darle estímulos, paz y calma. Por un lado, estaremos impulsando el desarrollo de sus sentidos, su masa muscular y el conocimiento de su cuerpo. Por el otro, le enseñamos a relajarse regulando su respiración y disfrutar de esos momentos de quietud.
El yoga con bebés: Tu tienes paz, el bebé tiene paz
Muchas veces los pequeños nos imitan, por lo que si estamos en un estado de suma tranquilidad probablemente eso «sea contagioso». Es por eso que el yoga con otros grupos de padres y bebés es una manera de relajarnos, socializar e intercambiar experiencias. Es que el tiempo libre y las relaciones con otras personas son una parte muy importante de una maternidad saludable, por lo que no debes siquiera dudarlo.
Por último, practicar yoga nos puede hasta cambiar el semblante de forma indefinida. Muchas veces estar tan pendientes de las necesidades del bebé y concentrados en responder rápidamente a sus demandas, que entramos en un bucle de estrés del que puede ser complicado salir. Es por ello que no necesariamente los tiempos de ocio deben ser en soledad: Ahora ya sabes que puedes disfrutarlo con toda la familia, incluyendo a los más pequeños.