La mayoría de las personas suelen mirar los zapatos o calzado que llevamos, incluso antes de saludarnos o vernos a la cara. Es que a la hora de vestirnos esto forma una parte esencial de nosotros, siendo prácticamente una carta de presentación. Un calzado bien lustrado es muy importante, ya que por muy perfecto que sea el estilo que hayas escogido, si apareces con el zapatos sucios lo habrás arruinado.
En este caso nos enfocaremos en las personas que trabajan en una oficina, aunque para los que trabajan desde casa puede ser interesante, dado que aplica para otros eventos que se tengan por delante. A este lugar laboral se suele acudir de traje, bien alineados y un rico perfume. Por ende, imaginarás que tus zapatos deben brillar por completo y a continuación te contaremos cómo lograrlo.
Trucos para hacer brillar tus zapatos de cuero
Antes de empezar a darle brillo a este estilo de zapatos, necesitas eliminar la suciedad y polvillo que tengan. Utilizar un paño de micro-fibra acompañado de productos de limpieza especializados te serán de gran utilidad, frotando de manera circular por el calzado esa crema, aunque también se venden como aerosoles. Si no tienes el dinero suficiente para comprarlo, con una cáscara de plátano, aceite de oliva, vaselina o clara de huevo podrás tener un resultado similar.
Por su parte, recuerda nutrir los zapatos para hidratar el cuero con las cremas hidratantes especiales para esta vestimenta, lo cual busca evitar que se agrieten y abran. Además, es recomendable realizar este mantenimiento entre dos y tres veces al año, lo que les otorgará más vida útil sin tener la necesidad de comprar otro par. ¿Y si tus zapatos no son de cuero? También tenemos consejos.
Los zapatos de piel, una ardua tarea a la hora de limpiar
Para los zapatos de piel hay que hacer un procedimiento parecido al anterior. En primer lugar se debe eliminar la suciedad con un cepillo y utilizar un paño suave, humedecido en agua tibia para eliminar las manchas. Luego puedes optar por dejar que se sequen o bien, pasarle al calzado una franela sin humedecer, dejando todo listo para su posterior limpieza.
La hidratación de la piel es clave para que no se resquebraje, igual que el cuero. Para esto deberás utilizar cremas especiales que también aportarán brillo, dejándolos impecables. Aplicarás posteriormente el betún especial para devolverle su color natural y finalmente dejar secar. El último paso es cepillarlos nuevamente mientras se usa una gamuza de algodón o hilo, repitiendo el movimiento circular hasta que reluzca.