Los ingresos de la economía mundial bajarán en un 19% por el cambio climático hasta 2050 aunque las emisiones de dióxido de carbono (CO2) se reduzcan drásticamente a partir de hoy, según un estudio del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (IPIIC) publicado por ‘Nature’.
Además, los daños anuales provocados por el ascenso de las temperaturas, las lluvias y de la variabilidad del clima se estiman en 38 trillones de dólares y es probable que alcancen los 19-59 trillones para 2050. De hecho, el IPIIC puntualiza que podrían incluso ser mayores si se tiene en cuenta otros fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas o incendios forestales. En este sentido, el instituto argumenta en su página web que estos daños son seis veces mayores que los costes de mitigación necesarios para limitar el calentamiento global a dos grados.
La investigación utiliza datos empíricos de más de 1.600 regiones de todo el mundo durante los últimos 40 años para evaluar los impactos futuros de las condiciones climáticas cambiantes sobre el crecimiento económico y su persistencia.
Así, el científico del IPIIC y primer autor del estudio, Maximilian Kotz, ha avanzado que las reducciones de ingresos se producirán por el impacto del cambio climático «en diversos aspectos relevantes para el crecimiento económico» como el rendimiento agrícola, la productividad laboral o las infraestructuras. En concreto, Asia meridional y África serán las zonas más afectadas, aunque las previsiones recogen impactos en la mayoría de las regiones.
El jefe del Departamento de Investigación de Ciencias de la Complejidad del IPIIC y coautor del estudio, Anders Levermann, ha añadido que la investigación destaca la «considerable inequidad» de los impactos climáticos. «Se prevé que los países menos responsables del cambio climático sufrirán una pérdida de ingresos un 60% mayor que la de los países de mayores ingresos y un 40% mayor que la de los países con mayores emisiones», ha explicado.
Por su parte, la directora de la investigación, Leonie Wenz, ha instado a reducir las emisiones de manera «drástica e inmediata» porque de lo contrario las pérdidas económicas serán aún mayores en la segunda mitad del siglo, alcanzando hasta el 60% del promedio mundial para 2100. «Esto muestra claramente que proteger nuestro clima es mucho más importante y barato que no hacerlo, y eso sin siquiera considerar los impactos no económicos como la pérdida de vidas o la biodiversidad», ha afirmado.