El Parkinson es una dura enfermedad que afecta directamente al sistema nervioso, alterando la capacidad motriz y produciendo otros síntomas que alteran la calidad de vida de quien la padece. Si bien no se ha descubierto una cura para dicha enfermedad degenerativa, hay variantes que pueden acompañar el tratamiento farmacológico y que ayudan notablemente.
Se trata de una serie de ejercicios que se pueden realizar a diario, con el objetivo de reducir lo más posible los síntomas y llevar una vida lo más normal posible. Es que claro, uno de los tantos síntomas que tiene es el temblor en las extremidades del cuerpo, el cual surge de forma involuntaria; o también el otro extremo: Una parálisis que te imposibilita moverte libremente.
El parkinson y la forma en que afecta la vida del paciente
El Parkison (en honor a su descubridor James Parkinson) es una enfermedad degenerativa en la que ciertas células nerviosas empiezan a transformarse con la aparición de los cuerpos de Lewy, en donde se descomponen y luego mueren. Además, es una de las enfermedades más comunes en personas de la tercera edad. A grandes rasgos, sucede cuando la dopamina baja, por lo que la actividad cerebral se vuelve anormal y se pierde el movimiento, rigidez y otros síntomas como temblores y depresión.
Esta enfermedad, más allá de los cuidados que el propio paciente debe tener, tiene que estar acompañada por terceros con el fin de ayudar. Es que en algunos casos la persona puede tener una dependencia total, siendo un familiar, amigo o un personal de medicina quien debe asistirlo permanentemente. De todos modos, hay ejercicios que ayudarán con su tratamiento.
Ejercicios para pacientes con Parkinson que mejoran la calidad de vida
El lanzamiento de pelota elemental contra el Mal de Parkinson. Este ejercicio es bastante bueno para disminuir los temblores y estimular la coordinación del cuerpo. Solo se necesita una pelota de tenis que el paciente lanzará contra una pared y tratará de atraparla una vez que esta rebote en el suelo. Los estiramientos también ayudan, ya que evita la rigidez de las articulaciones y músculos. Se recomienda practicar una serie de estiramientos de las extremidades y también el cuello.
Caminar en línea recta es otro ejercicio importante para mejorar. Para esto se puede trazar una línea en el suelo para que el paciente la recorra y así mejorar su equilibrio. Por último, la rotación de torso es muy útil para ayudar a la movilidad y al equilibrio. Para hacerlos se debe sentar al paciente en una silla y pedirle que realice la rotación del esa zona hacia la derecha y la izquierda con los brazos estirados hacia los lados, y después con los brazos estirados hacia adelante.