Llegado el mes de junio y tras cumplir con el calendario escolar, muchos padres se encuentran ante un gran dilema: ¿qué hacemos con los niños? Después de unos meses en los que la rutina ha sido una constante en sus vidas, la ruptura que supone la conexión con el colegio no siempre es llevada con buen agrado.
A pesar de necesitar tiempo para el ocio, los niños también buscan la estabilidad que les ofrecen las actividades que se ajustan a sus necesidades de energía y crecimiento personal.
En este orden, los campamentos de verano se convierten en la alternativa más atractiva, tanto para los niños como para los padres. Entre todos ellos, es necesario destacar los Campamentos de verano en Boadilla del Monte, muy cerca de Madrid, pero con todos los beneficios que ofrece la naturaleza. Si todavía no lo conoces, te lo mostramos.
Beneficios de los campamentos de verano para los niños
Los campamentos de verano son altamente beneficiosos para los niños. Más allá de tratarse de un lugar de ocio en el que desinhibirse y disfrutar del tiempo de ocio, les aportan múltiples beneficios en el plano emocional, social y, también, educativo. Solo por enumerar algunos de ellos:
- Realizan actividades al aire libre. Dejan a un lado el temido sedentarismo para disfrutar de la naturaleza, participando en deportes y juegos que les ayudan a desarrollarse físicamente.
- Potencian sus habilidades sociales. Además de hacer nuevos amigos, estos campamentos son de gran ayuda para convivir con otras personas, trabajar en equipo y entender la diversidad social que nos rodea.
- Crecen en independencia y responsabilidad. Durante el tiempo que dura el campamento aprenden a ser autosuficientes, tanto a nivel emocional como en las pequeñas tareas del día a día: cuidar de su ropa, acudir a tiempo a las actividades, hacer la cama, etcétera.
- Aprenden y descubren nuevas aficiones. Muchos de los campamentos están tematizados en deportes, idiomas o actividades artísticas, esto les da la oportunidad de descubrir nuevas disciplinas que no realizan en su día a día y que, quizás, puedan convertirse en su profesión del futuro.
Campamentos internos y campamentos urbanos
A grandes rasgos existen dos tipos de campamento según sea la estancia. Por un lado, nos encontramos con los internos: son aquellos en los que los niños se quedan a dormir en el mismo campamento. Suelen empezar a finales de junio, prolongándose hasta la primera semana de septiembre. Los periodos de los mismos suelen variar dependiendo de las necesidades de los padres. Desde una semana hasta 15 días.
Otra opción es el Campamento urbano verano. Tienen un horario completo de lunes a viernes, generalmente como el que han seguido en su etapa escolar. En ellos, se prima el juego y las actividades al aire libre, entre los que tienen una importancia fundamental la práctica deportiva.
No obstante, también existen campamentos dedicados en exclusiva a actividades artísticas concretas como los de pintura, teatro o música.
¿Cómo elegir el mejor campamento de verano para los niños?
No hay nada peor que pueda ocurrirnos que el niño se aburra durante un campamento de verano. Es así cómo se diseñan de forma cuidadosa cada actividad que lo componen. Sin embargo, es necesario contar con la opinión y gustos de nuestro hijo. Saber elegir el mejor campamento es una inversión segura para que los niños disfruten de un verano divertido y, además, productivo.
En el Club Social Las Encinas, en Boadilla del Monte, están especializados en ofrecer el mejor ocio, tanto para los adultos como para los niños, además cuentan con un entorno privilegiado, rodeado de frondosos bosques de encinas.
Ofrecen instalaciones adecuadas para la práctica de todos los deportes, además de otro tipo de actividades sociales para disfrutar en familia. Así que, si estás buscando el lugar adecuado para que tus niños disfruten de un verano diferente, ya lo has encontrado.