Parece que el Mad Cool sigue sin sufrir demasiado por las críticas de los vecinos, o incluso por la multa que ha tenido que asumir por ruido en la edición del año pasado. El festival está a punto de recibir una subvención de 2.5 millones de euros de la Comunidad de Madrid, suficiente para cubrir con creces los 200.000 euros de multas del año pasado, o las que tengan que pagar por esta edición.
Es cierto también que el festival ha tenido que presentar otros cambios esta edición para confirmar su realización. El Mad Cool, que ya había desechado su relación con las VTC como Uber o Cabify, ha asegurado una redistribución del recinto Iberdrola Music, aumentado los días, reducido los escenarios y espera evitar los problemas de ruido, a esto se suma que el recinto no tiene más actividades confirmadas para este año. Aun así, plataformas vecinales como StopMadCool Villaverde siguen señalando al festival, y la colindante alcaldía de Getafe, gobernada por el PSOE, ha criticado el recinto y el festival desde su mudanza.
De todos modos, la edición de este año sigue adelante. Desde el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid el festival es visto como una necesidad, después de todo las grandes ciudades europeas tienen el suyo, y con Barcelona manteniendo su Primavera Sound, a pesar de los choques con la alcaldía era imposible imaginar que la capital se permitiera quedarse sin un evento similar. Al mismo tiempo, en un momento en que los festivales están señalados por su efecto negativo en áreas de la industria, no hay duda que el Mad Cool ha sido señalado por varios medios, y que la subvención tendrá la lupa de los críticos del evento encima.
Al mismo tiempo, no hay duda que el festival es una parte importante de la época veraniega en Madrid, no solo por el espacio que ocupa en el calendario cultural capitalino, sino por su impacto económico. Son más de 60 millones de euros que se generan por edición y unos 5000 puestos de trabajo durante su realización, más aquellos permanentes en la empresa, además la comunidad lo ve como una forma de atraer público internacional.
El principal impacto recae en el transporte, los hoteles y la hostelería que se inflan durante los días de grandes eventos. A esto se suman los mejores datos de lo usual por estas fechas para las VTC, los taxis y las demás empresas de transporte que operan en la capital.
EL DESEQUILIBRIO ENTRE LAS SUBVENCIONES Y LAS MULTAS AL MAD COOL
El problema que enfrenta el festival en cuanto a la opinión pública, y que enfrenta la Comunidad Autónoma en cuanto al festival, es que las multas terminan siendo muy inferiores a las subvenciones que recibe el evento. Esto transmite, con algo de razón, que para el Mad Cool es rentable asumir las denuncias de ruido y similares, siempre y cuando sigan siendo adjudicadas las subvenciones que reciben de momento.
En cualquier caso, para el Mad Cool lo ideal sería superar estos problemas. La realidad es que lo han hecho antes, pero cuando finalmente consiguieron la simbiosis en la zona de la Caja Mágica se mudaron a Valdebebas, y la edición de 2022 finalmente consiguió evitar las quejas, pero la expansión del espacio de IFEMA terminó obligándolos a mudarse. El recinto Iberdrola Music es gestionado precisamente por Mad Cool Events, y la relación con el festival es más directa, por lo que puede servir para evitar una mudanza forzada si no hay una intervención del Gobierno.
EL PESO EN EL TURISMO COMO PIEZA CLAVE PARA EXPLICAR LA SUBVENCIÓN
Esta convocatoria turística es uno de los principales motivos que esgrimen tanto la comunidad como la alcaldía de Madrid para explicar las subvenciones del Mad Cool. De hecho, es uno de los motivos que explica la presencia permanente de artistas anglosajones, y específicamente artistas conocidos en Reino Unido. Este año no es la excepción, con la presencia de nombres como The Killers, Pearl Jam o Dua Lipa evidencian la apuesta del evento como método de atraer turistas.
A esto se suma el efecto en otros sectores como la hostelería y el transporte. En una ciudad, y en un país, donde el turismo es tan importante para la economía, se puede entender la importancia del evento. Se suma la importancia que tienen este tipo de actividades para el panorama cultural de una ciudad cosmopolita, después de todo artistas de la talla de, y el precio, de Dua Lipa o los Smashing Pumpkins, sin la inversión de un festival, precisamente por lo complicado que es para los artistas anglosajones crecer dentro del territorio español.