El implante dental se encuentra dentro del catálogo de terapias odontológicas más utilizadas hoy en día. Y es que ante la pérdida de un diente natural, el uso de una prótesis es la mejor forma de recuperar no solo la sonrisa, sino la capacidad de masticar los alimentos con total normalidad.
En los últimos años, han surgido distintas fórmulas de colocación de estas piezas y distintas clínicas especializadas en este tipo de terapias en todos los puntos de España. En ese sentido, son cada vez más los usuarios que optan por ponerse implantes dentales con BeOne face en Madrid.
Este centro cuenta con un amplio equipo de cirugía maxilofacial que se ha centrado en el estudio de los implantes y las fórmulas de colocación con un único objetivo: lograr resultados de muy alta calidad sin que el proceso resulte largo y doloroso para el paciente.
Desde BeOne Face explican algunos de los detalles que hay que tener en cuenta sobre qué es un implante dental y cómo se coloca en la actualidad.
En qué consiste un implante dental
Un implante dental es una reproducción artificial de un diente o muela perdida que se coloca, de manera permanente, en la boca del paciente.
En general, este tipo de terapias se hacen necesarias cuando la persona ha sufrido un golpe que ha deteriorado su diente natural o cuando este ha sufrido distintas enfermedades dentales o gingivales que han tenido como resultado la pérdida de la pieza.
El uso del implante no es solamente estético, sino que cubrir el espacio faltante en la boca es, sobre todo, una necesidad funcional. De este modo, el paciente podrá seguir masticando de manera óptima, sin forzar el resto de la mandíbula y sin que los alimentos se acumulen en ese espacio, causando otro tipo de consecuencias negativas a medio y largo plazo.
Por lo general, el implante se compone de dos partes: una pieza metálica que se insertará en la cavidad ósea de la mandíbula y que sostendrá una segunda pieza, que es la prótesis propiamente: esta tiene la forma y color de un diente normal y será la que asuma la función de la pieza perdida.
Los materiales de la corona
A lo largo del tiempo, los implantes han ido evolucionando y el abanico de opciones se ha ampliado con diferentes posibilidades que dependen del presupuesto del paciente y de sus necesidades.
Sin duda, las fórmulas más utilizadas en la actualidad son dos:
- Corona de metal-porcelana: es el tipo de pieza más utilizado y responde a la descripción antes facilitada. Cuenta con un esqueleto interior de metal que luego es cubierto por la pieza de porcelana. Son el formato más utilizado en la parte posterior de la boca, ya que si con el tiempo se dan retracciones de la encía podría llegar a verse la parte metálica. Precisamente por esto son las más económicas.
- Corona de zirconio: algo más sofisticadas, se utilizan en las piezas frontales, puesto que son más estéticas. Están elaboradas en su totalidad con un material llamado zirconio que es biocompatible y que se asemeja mucho más al material natural con el que están hechos los dientes.
En ambos casos, el proceso de implantación es muy parecido. Pedro M. Losa, cirujano maxilofacial de BeOne Mastering Face, detalla qué experimenta un paciente desde que llega por primera vez a la clínica madrileña hasta que sale de ella disfrutando de su nueva sonrisa.
Proceso de implantación dental
En las clínicas más especializadas de la capital trabajan de manera habitual bajo dos tipos de fórmulas de implantación de piezas dentales: los endoóseos y los subperiósticos o yuxtaóseos.
La elección entre uno y otro suele depender de la calidad ósea o bucal del paciente. En la mayor parte de los escenarios se opta por la fórmula endoósea tras el estudio inicial realizado por el equipo de cirugía en la propia clínica.
Implantes endoóseos
En los implantes dentales endoóseos se busca que la pieza o piezas a colocar convivan de la manera más orgánica posible con el resto de la dentadura.
Para ello, se lleva a cabo una cirugía mínimamente invasiva que permite que la pieza se inserte dentro del hueso del maxilar.
Cuando este cicatriza, abraza el implante y lo asume como propio, algo que ha demostrado beneficios como la durabilidad a largo plazo de la pieza.
Implantes yuxtaóseos
Los implantes yuxtaóseos se utilizan en aquellos casos en los que el usuario presenta una deficiencia en el hueso maxilar o una fragilidad que impediría que el hueso fraguase correctamente tras la operación.
En estos escenarios, los implantes se fijan gracias a una estructura metálica que se sujeta al tejido de la encía.
Con esto, se logran resultados similares a los del primer tipo de implante dental, pero asegurando que la pieza no sufrirá, se moverá o se caerá por motivos diversos que afectan al hueso, como podrían ser la osteoporosis o cualquier otro tipo de patología ósea.
Duración de los implantes
La fórmula de trabajo de clínicas como BeOne face asegura una larga duración de los implantes en perfecto estado. Este tipo de intervención está pensado para que el resultado ofrezca al cliente una larga vida útil.
Para lograrlo, no hay que hacer nada especial: basta con someterse a revisiones periódicas y, sobre todo, llevar a cabo un mantenimiento habitual en casa con el cepillado y la limpieza diarios.
Con todo ello, se puede amortizar perfectamente la inversión realizada en cada pieza, que suele estar en torno a los 1000 y 1700 euros en las clínicas odontológicas de la capital.
Ponerse en manos de un equipo especializado y con experiencia y buscar clínicas que ofrezcan un enfoque personalizado para cada paciente y que apliquen los últimos avances en implantología dental son los mejores consejos que se pueden dar para que el proceso resulte acorde a las expectativas del cliente.
Especialistas formados en este tipo de prácticas pueden lograr que cualquier persona disponga de una dentadura perfecta, reduciendo al mínimo las molestias durante las intervenciones y haciendo que sea posible volver a comer con normalidad en un periodo aproximado de unos diez días.