En un mundo donde la inflación ha golpeado con fuerza los bolsillos de millones de personas, el fenómeno del hurto en supermercados ha cobrado una dimensión preocupante. Lejos de ser un problema aislado, esta actividad delictiva ha alcanzado niveles alarmantes, convirtiéndose en un desafío para las grandes cadenas de distribución y las autoridades. Mercadona, una de las empresas líderes en el sector, no ha sido ajena a esta realidad, enfrentando un aumento significativo en el robo de determinados productos.
Según las declaraciones del propio presidente de Mercadona, Juan Roig, los ladrones se han centrado en artículos de alto valor, como el jamón, las cuchillas de afeitar y el aceite de oliva. Esta tendencia pone de manifiesto una cara oscura de la sociedad, donde la necesidad o el afán de lucro han llevado a algunos a cruzar la línea de la legalidad. Sin embargo, los expertos advierten que este fenómeno va más allá de un simple acto de desesperación, revelando patrones y tendencias que requieren una mirada más profunda.
7La colaboración con organizaciones sociales
A pesar de la preocupante tendencia de hurtos, el informe de STC también destaca un aspecto positivo: el 96% de las cadenas de supermercados colabora regularmente con organizaciones sociales y bancos de alimentos, donando productos para cubrir necesidades reales. Esta acción demuestra un compromiso social y una conciencia de la importancia de abordar las necesidades de la comunidad. Al mismo tiempo, podría ser una estrategia para reducir las pérdidas por caducidad y robo, al canalizar los excedentes hacia causas benéficas.