En la actualidad saber cuanto dinero percibirás al jubilarte, se convierte en una necesidad. En España, el sistema de pensiones público establece límites claros en cuanto a la cantidad máxima que un ciudadano puede percibir al jubilarse. En el año 2024, esta cifra alcanza los 3.175,04 euros mensuales, independientemente del tipo de pensión a la que se acceda. Este tope se aplica tanto a las pensiones contributivas, basadas en las cotizaciones realizadas a lo largo de la vida laboral, como a las no contributivas, destinadas a aquellos que no han cotizado lo suficiente pero que presentan una necesidad económica.
Para acceder a la pensión de jubilación máxima, se requiere haber cotizado un mínimo de 15 años, aunque para obtener el 100% de la misma se necesitan 36 años y medio de cotización, cifra que aumentará en el futuro. La cuantía de la pensión está determinada por las bases de cotización, que son la retribución bruta mensual del trabajador. Aquellos cuyas bases de cotización en los últimos 25 años se sitúen entre las más altas tendrán la posibilidad de percibir la pensión máxima.
Tanto en el caso de las pensiones contributivas como en las no contributivas, se establecen requisitos adicionales como la edad, grado de discapacidad o carencia de recursos. En las pensiones no contributivas, además de cumplir con los requisitos de residencia, los ingresos anuales deben ser inferiores a 7.250,60 euros. Estas medidas buscan garantizar una protección económica adecuada para los jubilados en España, adaptándose a las circunstancias individuales de cada ciudadano.
4Impacto de la reforma de pensiones en España. Cantidad de dinero que puedes cobrar al jubilarte
La reforma de las pensiones en España ha tenido un impacto notable en el sistema de seguridad social, con cambios dirigidos a asegurar su sostenibilidad a largo plazo. Las regulaciones se han ajustado para establecer requisitos más estrictos que deben cumplir los trabajadores para acceder a una pensión completa, lo que implica que se requieren más años de cotización y una edad de jubilación más avanzada. Este cambio tiene implicaciones significativas tanto para los trabajadores actuales como para los futuros, quienes se ven obligados a replantear sus estrategias de jubilación y a planificar con mayor precisión sus finanzas para garantizar un retiro cómodo y seguro.