En un mundo cada vez más conectado, donde los dispositivos móviles se han convertido en una extensión de nuestras manos, es alarmante constatar que uno de cada tres jóvenes conductores comete una infracción que pone en riesgo su vida y la de los demás. Según un reciente estudio realizado por la Fundación Mutua Madrileña y la Asociación por la Prevención de Siniestros Viales y sus Graves Consecuencias (AESLEME), el 33% de los jóvenes entre 18 y 25 años mira frecuentemente su móvil mientras conduce, una práctica extremadamente peligrosa que ha sido normalizada en nuestra sociedad hiperconectada.
A pesar de las continuas campañas de concienciación y las severas sanciones impuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT), el uso del móvil al volante sigue siendo un problema persistente, especialmente entre los conductores más jóvenes. Esta imprudencia, que puede resultar mortal en cuestión de segundos, no solo pone en peligro la vida de los propios infractores, sino también la de otros usuarios de las carreteras. Desde la DGT aseguran que es hora de tomar medidas contundentes y abordar esta situación desde un enfoque multidisciplinario, involucrando a autoridades, educadores y familias en la tarea de erradicar esta conducta inaceptable.
3El móvil al volante: una distracción mortal
El uso del móvil al volante se ha convertido en una de las distracciones más peligrosas y normalizadas en nuestras carreteras. Desde enviar mensajes de texto hasta tomar «selfies», estas acciones aparentemente inofensivas pueden tener consecuencias devastadoras. Según la DGT, enviar un simple WhatsApp a 120 km/h equivale a recorrer 600 metros completamente a ciegas, lo que aumenta exponencialmente el riesgo de colisiones y accidentes graves.