La famosa Masía, cantera del FC Barcelona, ha sacado muchas figuras y una de ellas fue Marc Bartra. Fino zaguero central, ilusionó mucho cuando apareció en el primer equipo del por entonces entrenador Pep Guardiola, incluso siendo comparado con Gerard Piqué. Lo curioso del oriundo de Tarragona es que cuando tenía 11 años, tuvo un breve paso por el clásico del Culé, Espanyol de Barcelona.
Sus participaciones aún siendo una joya en el filial llamaron la atención del ahora técnico del Manchester City, quien lo mandó a la cancha por primera vez como profesional en el 2010, una de las mejores épocas de la institución. De igual modo, habiendo tantas figuras en el blaugrana jugando en su puesto (Carles Puyol, Gabriel Milito, el propio Piqué, Javier Mascherano), le costó ganarse un lugar, logrando esto con Tito Vilanova.
Irrupción de Marc Bartra con un sabor amargo
Su afirmación en el primer ocurrió en el 2013, cuando el entrenador era Vilanova. Es que en el Barcelona B fue escogido como el mejor defensa de la Segunda División y no quedó más remedio que promoverlo. Tanta fe le tenían a Bartra que en marzo del 2014 le renovaron su contrato, poniéndole una cláusula de salida de 30 millones de euros en épocas que no se pagaban monstruosas cifras.
Pero el arribo de Luis Enrique tras la salida de Gerardo Martino le hizo perder bastante lugar al zaguero, por lo que a mediados del 2016 decidió irse. Su nuevo lugar en el mundo pasó a ser el Borussia Dortmund, a donde desembarcó a cambio de 8 millones de euros. Este equipo, considerado el más importante de Alemania por detrás de Bayern Múnich, le daba esperanzas.
El trágico paso de Bartra por Alemania que casi acaba con su vida
Logró afirmarse como titular en el cuadro amarillo, en donde fue campeón de una Copa de Alemania. Sin embargo, lo que más se recuerda de Marc Bartra en este lugar es el atentado que lo comprometió duramente. El 11 de abril del 2017 resultó gravemente herido cuando el micro que transportaba al equipo teutón sufrió un atentado. Como resultado del incidente, el encuentro fue suspendido hasta el día siguiente, mientras que el central fue operado esa misma noche de la muñeca.
Le costó volver a ponerse en forma, en donde declaró que hasta pensó en dejar la actividad profesional. Sin embargo, dos meses retornó a los campos de juego aunque ya quería marcharse de la Bundesliga. Fue el Real Betis de Andalucía quien lo esperó con los brazos abiertos, en donde pasó a ser todo un referente en los dos ciclos que pasó por allí (fue cedido a Turquía). Ahora, con 33 años, busca seguir firme.