Un café con leche en Salamanca tiene un precio medio de 1,60 euros, una cifra aparentemente sencilla, pero que esconde una compleja realidad. Detrás de esta taza humeante se esconden numerosos factores sociales, empresariales y hasta geopolíticos que determinan su costo final. Desde la materia prima hasta los costes energéticos y de personal, cada elemento debe estar en perfecto equilibrio para que el preciado brebaje llegue a nuestros labios.
La fórmula económica del café con leche engloba los costes que un establecimiento debe asumir para ofrecerlo y el margen de ganancia deseado. Ingredientes como el café, la leche y el azúcar se entrelazan con gastos de energía, alquileres, impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social. Esta intrincada ecuación ha sido sacudida por la crisis global de suministros y la inflación, poniendo a prueba la rentabilidad de uno de los productos estrella de la hostelería.
6La batalla por los márgenes: ¿Valen la pena los cafés?
A pesar de la percepción generalizada de que los cafés tienen un margen de ganancia considerable, la realidad es mucho más compleja. Si bien es cierto que los cafés son uno de los productos más rentables en comparación con las bebidas alcohólicas, alcanzar un beneficio sustancial requiere servir un gran volumen de tazas. Según algunos hosteleros, para ganar mil euros sirviendo cafés, es necesario preparar alrededor de 600 tazas, lo que pone en evidencia los desafíos que enfrentan los negocios para mantener su rentabilidad.