Un estudio reciente ha arrojado luz sobre las dinámicas de convivencia y percepción entre las distintas comunidades autónomas de España, revelando quién ocupa el lugar menos deseado en el corazón de sus compatriotas. Según la investigación titulada ‘Polarización y convivencia en España, el papel de lo territorial’, llevada a cabo por profesores de la Universidad Carlos III de Madrid, se ha encontrado que existe una disparidad notable en los niveles de afecto que las distintas regiones muestran hacia cada una. Si bien es común encontrar rivalidades o preferencias entre comunidades, este estudio desvela una tendencia más marcada hacia la aversión en una dirección específica.
En términos de afecto interregional, Cataluña emerge como la comunidad autónoma que menos simpatía despierta entre sus compatriotas, según el análisis. Los residentes de Cataluña reciben niveles significativamente bajos de afecto por parte del resto de España, especialmente notorio entre los habitantes de Madrid, cuyo índice de afecto hacia los catalanes se sitúa en un mínimo de 45,2 puntos en comparación con los 50,4 puntos en sentido contrario. Este hallazgo es revelador, ya que desafía la noción de solidaridad nacional y pone de manifiesto tensiones subyacentes que pueden influir en las relaciones interregionales y la percepción de identidad en el país.
2Las preferencias y aversiones
El estudio detalla las preferencias y aversiones de los españoles hacia las distintas comunidades autónomas, revelando una amplia gama de percepciones entre regiones. Destaca cómo algunas comunidades, como Asturias y Galicia, son ampliamente valoradas y apreciadas por sus paisanos, mientras que otras, como Murcia y Castilla-La Mancha, enfrentan desafíos en términos de cómo son percibidas por el resto del país. Estas dinámicas de afecto y rechazo reflejan no solo diferencias culturales y geográficas, sino también posibles tensiones históricas o económicas que influyen en las relaciones interregionales en España.