El piloto ’93’ está teniendo dificultades para convencer a sus jefes de subir a la moto oficial de Ducati
Después de más de una década con Honda, Marc Márquez dio un paso hacia Ducati que dejó atónitos a muchos fans de MotoGP cuando se unió a Gresini Racing. Alguien que conoce bien al piloto es Livio Suppo, quien ve al español adaptándose gradualmente al nuevo fabricante. El italiano había dicho anteriormente, que la próxima en Austin podría incluso ser una ronda en la que el piloto podría aspirar a luchar por la victoria, aunque, recuerden, está en proceso de adaptación y necesitamos ‘darle tiempo’.
Hablamos del Gran Premio de Las Américas, en Estados Unidos, donde Marc Márquez, que lleva 903 días sin subirse al peldaño más alto del podio, buscará conseguir su primera victoria con Gresini y su octavo triunfo en el circuito de Texas. No obstante, y aún de ser una fecha marcada en rojo, en el equipo de Ducati ya tienen claro que sea cual sea el resultado no van a optar porque Márquez suba al equipo oficial.
En Gresini no quieren que Marc Márquez suba al equipo oficial de Ducati
De hecho, ya hace algunos meses sabíamos que Ducati no quería al 8 veces campeón en una de sus motos oficiales. Fue a través de Gigi Dall’Igna, ingeniero jefe y gran gurú de la firma de Borgo Panigale, no quería (ni necesitaba, se supone) a Márquez en su estructura. Las informaciones decían que «Ducati no quería a Marc (Márquez), pero el ‘team’ Gresini ha tenido la oportunidad de ficharlo y no ha dudado en hacerlo”.
Este año compite con los colores del Gresini Racing, sobre una Ducati ‘vieja’, siendo oficial ya que la moto que lleva es la versión del 2023 y no a la de 2024. Un mal menor para Márquez y algo que no consuela en exceso al resto de pilotos. Saben que Marc Márquez ha renunciado a un contrato muy lucrativo que lo tenía, de largo, como el mejor pagado de la parrilla y que se marchó a Gresini para luchar a volver ser campeón, dejando atrás a su equipo técnico, su segunda familia.
Márquez va a lo suyo
Márquez, pese a todo, trató de seguir con el perfil bajo. Se mostró contento, pero sin lanzar las campanas al vuelo. Y sólo un desliz en Qatar permitió saber qué está pensando de verdad en que puede ganar el título mundial, de ahí que no arriesgara en la pelea por Jorge Martín por subir al podio en el circuito de Lusail.
El GP de Qatar o lo que vimos en Portugal sólo es un punto de partida en el que tradicionalmente ha priorizado no perder puntos. Ahora buscará a hacer lo propio en Austin, su circuito fetiche. Allí puede convertirse en el punto de inflexión, tal como apuntaba hace unos días el que fuera su descubridor y manager desde los 12 años Emilio Alzamora: «Con su talento y madurez Marc puede ganar allí y en todos los circuitos, pero si hay alguno en el que puede explotar su ventaja es este circuito”, advertía.