Y cuando creiamos que lo habiamos visto todo, estas empresas pagan a las familias por tener hijos. En un intento por abordar la alarmante crisis demográfica, empresas globales están adoptando medidas sin precedentes para incentivar la natalidad entre sus empleados. Un ejemplo destacado es el Grupo Booyoung de Corea del Sur, que ha anunciado un bono de USD 75,000 para cada empleado que tenga un hijo. Esta decisión busca contrarrestar la preocupante tasa de fertilidad en la nación, que se ha desplomado a niveles históricamente bajos, alcanzando solo 0.72 en 2023, según datos de Statistics Korea. Esta situación plantea desafíos significativos tanto para el desarrollo económico del país como para la viabilidad de su sistema de bienestar social.
Corea del Sur no está sola en esta lucha. En Japón, donde la cantidad de nacimientos ha disminuido durante ocho años consecutivos, el gobierno está implementando medidas similares. Desde asignaciones económicas para mujeres embarazadas hasta incentivos para padres trabajadores, estas iniciativas buscan revertir las tendencias de fertilidad en declive. China también enfrenta una crisis demográfica similar, con su tasa de fertilidad alcanzando un mínimo histórico de 1.09 en 2022. Empresas como Trip.com están respondiendo con bonificaciones y subsidios para el cuidado de niños, reconociendo las implicaciones directas que la baja tasa de fertilidad tiene en la fuerza laboral y el crecimiento económico.
Ante estas preocupaciones, tanto empresas como gobiernos están adoptando estrategias cada vez más creativas y generosas para alentar la formación de familias. Desde incentivos financieros hasta políticas empresariales amigables con la familia, el objetivo es asegurar un futuro demográficamente estable para estas naciones. Con inversiones significativas en proyectos de fomento de la natalidad y apoyo a la planificación familiar, hay esperanza de revertir las tendencias actuales y garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo.
3El Impacto económico y fiscal de la medida de pagar a los padres por tener hijos
La baja natalidad en Corea del Sur tiene un impacto económico y fiscal significativo que amenaza la estabilidad a largo plazo del país. Con una población envejecida y una tasa de fertilidad en descenso, se proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) se vea afectado negativamente en las próximas décadas.
Además, la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y seguridad social está en entredicho, ya que una proporción cada vez mayor de la población será dependiente de estos sistemas sin una base suficiente de trabajadores activos para sostenerlos. Si no se implementan medidas efectivas para abordar la baja natalidad, Corea del Sur podría enfrentar serios desafíos económicos y fiscales en el futuro, con un posible declive en el bienestar y la calidad de vida de sus ciudadanos.