Uno de los grandes desafíos en la sociedad actual es procurar que las personas con discapacidad mejoren su autonomía. En este sentido, las normativas y derechos de las personas con discapacidad son un instrumento jurídico internacional muy importante para regular y fomentar la independencia, si tenemos en cuenta los obstáculos y barreras actuales.
La Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad aportó un documento clave que recoge las disposiciones y el compromiso de la comunidad internacional en la promoción de la inclusión social. Todos los países que lo firmaron (entre ellos, España en el 2007) se comprometen a poner en marcha leyes que garanticen los derechos a la educación, empleo o información, entre otros.
La estrategia del Gobierno de España sobre discapacidad
La Estrategia Española sobre Discapacidad 2022-2030 es la hoja de ruta para construir una sociedad sin barreras y un país más inclusivo. La base se sustenta en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que promueve las actuaciones para lograrlo. Además, las aportaciones de las personas con discapacidad, sus familiares y los expertos en este campo son fundamentales para avanzar hacia este objetivo.
Hay dos aspectos que son claves en la sociedad actual: el nivel asistencial y el apoyo de las nuevas tecnologías. La guía, que incluye políticas inclusivas, persigue luchar contra la discriminación para dar voz a este colectivo olvidado por las administraciones públicas y el conjunto de la sociedad. Las personas con discapacidad representan el 15 % de la población mundial, sin embargo, es necesario que tengan un mayor protagonismo en los objetivos de los convenios internacionales.
Es conveniente comprender qué es la vida independiente y cómo la autonomía favorece la toma de decisiones con más libertad. En ese sentido, no solo hablamos de limitaciones físicas, sino también de la importancia de la salud mental. La seguridad, el aumento de confianza y el fortalecimiento de la autoestima son aspectos decisivos para que estas personas se sientan más felices y plenas.
Medidas para alcanzar la independencia en las personas con discapacidad
La discapacidad es una realidad social, por lo que es necesario desarrollar entornos, servicios y productos orientados a estas personas. El enfoque y visión exigente en el reconocimiento de los derechos humanos, como la participación social y el acceso a los bienes comunitarios, ayuda en la búsqueda de medidas que promuevan la independencia en los adultos para integrarse en la sociedad.
El diseño y accesibilidad universal
La accesibilidad es uno de los elementos cruciales para que estas personas puedan vivir en libertad, igualdad y de manera independiente. Esto implica trabajar en todos aquellos ámbitos y realidades, que supongan un obstáculo. Entre las actuaciones se encuentra todo lo relacionado con la materia urbanística, audiovisual o los transportes. Por ejemplo, un aspecto clave es escoger un coche adaptado para silla de ruedas para favorecer la movilidad.
Promover el empleo
Otra de las acciones importantes para que una persona se sienta parte activa de la sociedad es promover el empleo. La autonomía financiera favorece la independencia, por eso, es necesario incluir políticas y modificaciones legislativas, tanto en el ámbito público como privado. Además, estos puestos de trabajo deben garantizar el desarrollo de los derechos laborales en los empleados con diversidad funcional, sobre todo, si se trata de accidentes laborales.
Inclusión social y participación en diferentes actividades
La integración de estas personas con discapacidad en programas de voluntariado o fomentar su participación en actividades deportivas es una manera de socializar y hacer nuevas amistades. Sobre todo, si se trata del deporte en equipo, porque además de ser motivador, también fortalece el organismo y despeja la mente.
Apoyo de las familias y cuidadores
Dentro de los ejes estratégicos de la política de inclusión del Gobierno de España se incluye potenciar los servicios e impulsar medidas de apoyo en las familias y cuidadores. La responsabilidad social de los cuidados tiene en cuenta los nuevos modelos familiares para propiciar respuestas adecuadas y avanzar en esta materia. Los programas formativos psicoeducativos son una herramienta muy eficaz para lograr estos objetivos.
Fomentar políticas de igualdad
Por último, otra de las actuaciones se centra en la igualdad entre el hombre y la mujer con discapacidad. Las mujeres representan el 60 % de este colectivo, por lo tanto, es importante trabajar desde la infancia la vulnerabilidad y la desventaja para promover su participación en el empleo y evitar la discriminación.
Estas son algunas medidas que favorecen una mayor autonomía de las personas con discapacidad, aunque existen más actuaciones enfocadas en garantizar el derecho a la vida independiente, la no discriminación, la accesibilidad y la igualdad de oportunidades. Todos los avances dependen de todos nosotros, por eso, además de involucrar al Gobierno, hay que pensar en que las familias, los amigos y los cuidadores son un pilar importante para que este colectivo se sienta más integrado.