Enrique iglesias siempre lo tuvo claro: Quería seguir los pasos de su padre y ser cantante. Sin embargo, debió morderse la lengua durante años para que no lo masacren públicamente, queriendo ganar su propio reconocimiento sin ningún tipo de «favor» por ser el hijo de Julio Iglesias. Para esto también se debe explicar su infancia bastante tumultuosa.
En el año 1981 y cuando solo Enrique tenía seis años, su abuelo Julio Iglesias Puga fue secuestra y, ante el temor lógico, se mudó junto a su familia bien lejos de España. Sus padres se habían separado años atrás, por lo que la crianza pasó a ser meramente por parte de su madre en Miami, sitio en donde la por entonces modelo Isabel Preysler tenía domicilio.
Una carrera fallida para Enrique Iglesias y su llegada a la música
Tras graduarse dentro de la preparatoria, Enrique inició sus estudios de Administración de empresas en la Universidad de Miami. Sin embargo, nunca llegó a tener el título, ya que abandonó todo por la música, algo que empezó a estudiar a escondidas, entendiendo que sus padres estarían en desacuerdo. Lo cómico de esto es que grabó un demo que repartió por diversas discográficas, pero cambiando su apellido a Martínez para no ser juzgado de antemano.
En 1994 Enrique Iglesias consiguió su primer contrato discográfico con la firma Fonovisa, por 3 años. De este modo, Iglesias pudo grabar su primer disco en Canadá, teniendo que dejar así su carrera universitaria de forma definitiva. La anécdota expresa que el presidente de esta empresa mexicana, llamado Guillermo Santino, quedó encantado con su voz y sin siquiera saber que su padre era el mítico Julio Iglesias, le ofreció grabar tres álbumes por 1 millón de dólares, una verdadera ganga.
El éxito internacional de Enrique Iglesias, un artista que se adaptó a varios estilos
Con su disco debut logró vender casi seis millones de copias y realizó su primera gira de conciertos, siendo doblados en varios idiomas y lo mejor de todo: ganó un Premio Grammy como artista revelación. Le siguieron Vivir y Cosas del Amor, algo que lo consagró definitivamente, al punto de tener que doblar canciones al inglés para ser furor en Estados Unidos y gran parte de Europa. En tanto, se hizo espacio para el amor y se puso de novio en 2001 con Anna Kournikova, ex tenista con la que aún sigue.
Una de las cosas destacadas en la carrera de Enrique Iglesias es su versatilidad, haciendo colaboraciones y temas de todo estilo. Desde Ricky Martin, Shakira, Jennifer López y exponentes del Reggaeton lo vieron brillar sin sonar como algo forzado. En 2024 sigue más firme que nunca e hizo la gira The Trilogy Tour, junto al mencionado Ricky y al artista Pitbull.