Antes de la irrupción de Rafael Nadal o Carlos Alcaraz, el tenis español gozaba de Carlos Moyá, ícono del deporte entre la década del noventa y dos mil. El pico de su carrera fue entre los años 1998 y 1999, cuando por una serie de resultados a su favor llegó a ser el número 1 del Ranking ATP, un privilegio que tan solo unos pocos tuvieron con la raqueta.
Desde muy pequeño que ‘Charly’ tenía devoción por el deporte, entrenándose casi a diario con uno de sus hermanos. Tras una ardua lucha con talentos de otros países, logró convertirse en profesional cuando ingresó al Ranking en el año 1995, con esa diestra que complicaba a cualquiera que se interpusiera en su camino. Rápidamente, el mundo conoció sus condiciones.
Carlos Moyá se transforma rápidamente en un tenista de elite
A menos de un año de pertenecer a la elite ya estaba dentro del top 20, siendo un año después el mejor español posicionado en la tabla ocupando la octava colocación. En 1997 jugó su primer partido clave, en la final del Abierto de Australia, en donde caería pero de todas formas, seguía creciendo. Tuvo revancha rápidamente en 1998, tras ganar el mítico Roland Garros de París.
El número 1 del mundo lo esperaba con los brazos abiertos el 15 de marzo de 1999, cuando tras ganar algunos ATP 250 y 500 miró a todos desde arriba. Si bien solo se mantuvo allí por dos semanas (fue desplazado por Lenton Hewitt), se metió en la historia grande del deporte español.
Retiro del tenis para Carlos Moyá y una adaptación para seguir ligado
Los primeros años del siglo XII todavía le dieron buenas noticias a Carlos Moyá, quien en 2004 ayudó al equipo español en la obtención de la Copa Davis ante Estados Unidos. Tras esto tiene un bajón en el nivel que lo hace descender en el Ranking, pero en 2007 vuelve a colocarse dentro del top 20. Ya en 2010, cansado de las lesiones, decide ponerle punto final a su carrera como entrenador.
Alejado de las canchas por un tiempo, vuelve ya en 2014, pero en el rol de capitán del equipo español de la Davis, manteniéndose allí durante algunos años. Tras sendas peleas con la federación, da un paso al costado y se une al equipo de Rafael Nadal, siendo hasta el día de hoy su entrenador y consejero en los últimos años del mallorquín en el circuito ATP.