Los tomates están presentes en casi todas nuestras comidas, ya sea como alimento principal, acompañamiento en ensaladas, salsas u otras formas sabrosas. Ahora bien, a veces resulta todo un problema dirigirse al mercado, comprar esta fruta (¡No es una verdura!) y cargar la pesada bolsa hasta casa, siendo que además se vende cada vez más cara.
Es por eso que cada vez más personas eligen cultivar y cosechar este noble producto en sus propios hogares, sin dudas un gran acierto. Para obtener el éxito total en el cultivo del tomate, tan apreciado en la gastronomía a nivel mundial, es muy importante seguir ciertos pasos y recomendaciones en particular, ya que de hacerlo mal podemos desperdiciar horas de trabajo.
Plantar tomates naturales y sin químicos nunca fue tan fácil
Primero debes detectar si tienes el espacio suficiente, aunque en cualquier rincón y con los cuidados especiales que se requieren puedes lograrlo. Partiendo de la base, su cosecha debe ser en primavera o verano, ya que el calor es vital para la planta a la hora de crecer y desarrollarse. El tomate a medida que crece debe estar expuesto al sol al menos ocho horas al día, evitando que sea tapado y tenga una óptima ventilación.
El sitio para sembrar tomates es vital, ya que este crece mejor en suelos donde tengan un buen drenaje y un gran contenido de materia orgánica. Por otro lado, es importante que el suelo tenga abono orgánico y también se debe colocar fertilizantes para asegurar que los tomates vayan a recibir la cantidad de nutrientes necesarios para su correcta formación.
Beneficios de comer tomates naturales y preparados en casa
Primero se debe aclarar que los tomates redondos vienen de una planta que luego de sembrarse, requiere de un correcto riego cada vez que la superficie de la tierra esté seca. Una vez que creció, la tierra debe permanecer húmeda y evitando un regado desde arriba (se hace desde abajo o a los lados). Una vez que los mismos ya estén maduros, están listos para su ingesta.
Tras un correcto lavado, puedes darle el uso que quieras al tomate. El mismo tiene un montón de beneficios, ya que protege la vista, mejora notablemente la circulación sanguínea dada la presencia del hierro y la Vitamina K; es una fuente de fibra que evita el estreñimiento y sirve como diurético porque tiene un bajo nivel de sodio y bastante potasio. Sin químicos y conservantes es todo más rico.