Los ventanales o puertas suelen tener esos cristales que tanto se ensucian y sobre todo cuestan limpiar. Esta tarea doméstica puede llevarte bastante tiempo en terminarla y es de las más complicadas que existen. En muchas ocasiones habrás querido limpiar un vidrio de tu cocina o sala de estar, pero al notar que estaba con una abundante capa de grasa seguramente sufriste un disgusto.
Por otro lado, es usual que también encontremos en nuestras ventanas polvillo, tierra y hasta ¡Telas de araña! Pero gracias a los laboratorios y el ingenio humano existen métodos y productos que tienen una alta eficacia para combatir todo esto, sobre todo por ese malestar que nos genera ver cómo los cristales nos genera un pésimo aspecto en nuestros hogares.
Métodos eficientes y baratos para cuidar los cristales de casa
Tan solo con agua y jabón podremos solucionar gran parte del problema. Lo más acertado sería dar una primera pasada con un paño húmedo de agua y jabón, frotando con fuerza especialmente si el cristal tiene suciedad o bien, alguna mancha compleja. Luego, para que queden totalmente brillantes, debemos volver a pasar un paño húmedo únicamente de agua templada, la cual te permitirá tener un mejor resultado.
Siguiendo con estos métodos altamente eficientes y que son económicos, tenemos a la combinación del vinagre con amoniaco; en donde el primero es un componente de limpieza natural y muy sencillo de utilizar cuando no contamos con productos especializados. Es recomendable mezclar una parte del vinagre con agua tibia. En tanto, cuando se trata de cristales de cocina o con grasa, la combinación de agua y amoniaco tiene un gran efecto limpiador.
Productos especiales y sencillos trucos para tener cristales perfectos
En los días soleados en donde se expone aún más la suciedad de los cristales, por lo que en esta primavera no debes dudar. Si está a tu alcance, existen limpia vidrios formulados que funcionan mucho mejor. Los mismos se pueden conseguir en cualquier cadena de supermercados e incluso, algunos vienen en estado puro y deberán ser diluidos en agua, dada su composición química.
Por otro lado, hay trucos que te ayudarán uses el producto que uses. Debes evitar el sol directo, ya que si limpias en un día soleado, el gigante amarillo hará que el jabón o la espuma se sequen, creando marcas que quedan feas a la vista. Además, el sol provoca esos típicos reflejos que nos hacen más difícil ver las manchas. Luego, cambiar el sentido de limpieza y terminar de secar con papel de diario son hábitos muy buenos para hacer brillar los cristales.