El taxi robot de Elon Musk es una realidad, sin conductor pero con un gran miedo detrás

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El anuncio del Robotaxi de Tesla, liderado por Elon Musk, ha generado un considerable revuelo y ha suscitado tanto interés como escepticismo. A lo largo de los años, Musk se ha destacado por sus pronósticos audaces sobre el futuro de la tecnología automotriz, especialmente en el ámbito de la conducción autónoma. Con la promesa de su lanzamiento el 8 de agosto de este año, el robotaxi se perfila como un hito significativo en la trayectoria de Tesla, en consonancia con la visión vanguardista de un transporte totalmente autónomo.

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Los expertos no se acaban de fiar

Por un lado, algunos especialistas en tecnología y automoción consideran el Robotaxi de Tesla como un avance en la visión de Elon Musk para crear un sistema de movilidad sostenible y eficiente, aprovechando la avanzada tecnología de conducción autónoma de la empresa. Sin embargo, también existe un nivel significativo de escepticismo, principalmente debido a los retrasos anteriores en las promesas de la compañía y a los desafíos técnicos y regulatorios pendientes.

Expertos en seguridad vehicular y conducción autónoma señalan que lograr una verdadera autonomía de nivel 5, donde el vehículo opere sin intervención humana bajo cualquier circunstancia, es extremadamente complejo. Además, la falta de un marco regulatorio claro para los vehículos autónomos a nivel global agrega otra capa de incertidumbre al proyecto. Incluso en el ámbito académico, hay un debate sobre las implicaciones éticas y sociales de la implementación de los robotaxis. Los expertos en ética tecnológica discuten sobre las consecuencias del despliegue de vehículos autónomos en términos de empleo para los conductores profesionales, la seguridad vial y la privacidad de los datos.