El hip hop latino, más allá del reguetón, cada vez da más de que hablar. Nombres como el de Tokischa, Trueno o Nathy Peluso han sabido transformar el género, pero en este caso es la puertorriqueña Young Miko la que ha sabido cambiar la forma de acercarse al hip hop. Con su flow particular, en deuda tanto con Bad Bunny como con Snoop Dogg, la artista ha compartido en plataformas su segundo disco de estudio, el potente ‘ATT’.
Es un disco que líricamente no rompe nuevos territorios, los temas de Young Miko siguen siendo la fiesta y el sexo, pero que brilla gracias a su juego de ritmos que pasa del reguetón al trap pasando por el hip hop. No es la revolución que se puede encontrar en la producción de Toki o en las letras de Trueno, pero la actitud de María Victoria Ramírez de Arellano Cardona, nombre real de la artista, es más que suficiente para seguir surfeando la ola del éxito y quizás acercarse a orillas algo más experimentales.
Por supuesto que sí hay algo de revolucionario en la música de la artista. Miko es abiertamente lesbiana, en un género donde la promiscuidad y, hay que decirlo, cierta misoginia son norma general, su forma de acercarse a su sexualidad y a la seducción la ponen en una acera diferente de muchos de sus contemporáneos. Eso le permitió robarle protagonismo a Bad Bunny en ‘Fina’ o a Feid en ‘Classy 101’ y hace que su trabajo solista tenga más energía que otros lanzamientos recientes.
Si ‘ATT’ sufre de un mal evidente es que la decisión de acercarse a los mismos temas que la han hecho famosa de vez en cuando la hace caer en letras quizas demasiado tontas. Es difícil discutir con ‘Rookie of the year’ o ‘Arcoíris’ y otras como ‘Wiggy’ ya eran clásicos antes del disco, pero incluso para la mejor de las raperas de su generación es complicado vender un verso como «Tiene que alimentarme como Tamagotchi» sin sonar algo tonta, incluso si el uso de la guitarra de la canción da una idea interesante del futuro de la artista.
YOUNG MIKO SE VA DE FIESTA
Como no puede ser de otra forma, la artista tiene al menos tres canciones pensadas para las noches de discotecas del mundo, aunque ha demostrado que puede hacerlo sin entregarse a los sonidos de moda. Por un lado, Feid le devuelve el favor en una ‘Offline’ que cumple su objetivo de ser una canción festiva y bailable sin grandes pretensiones, por otro lado, Jowell y Randy la acompañan en una ‘ID’ que tiene poco que agregar al imaginario de la artista más allá de sumar otra canción de uso fácil para cualquier DJ trabajando en una discoteca de habla hispana.
Pero la tercera es mucho más interesante. ‘MADRE’ junto a una Villano Antillano que siempre que se acerca a un micrófono está dispuesta a generar un incendio. Es una canción donde brilla la capacidad de ambas de buscar el empoderamiento en sus canciones. El caos de la producción de Alizzz, cuyo trabajo brilla en varios temas clave del disco, es especialmente apto para este tema que seguramente sea el gran himno de este lanzamiento.
Desde que apareció en la escena, la artista ha sabido que hay temas para el streaming y otros que son para sonar en discotecas. ‘MADRE’ sin embargo, puede funcionar para ambos espacios y de momento puede ser la mejor canción en el catálogo de la artista. Por supuesto que es suficientemente joven para superarlo varias veces en los próximos años mientras siga trabajando.
EL HIP HOP EN ESPAÑOL EN PROCESO DE TRANSFORMACIÓN
Parece que Miko, como Trueno o Tokischa, está en posición de usar el reguetón y los temas fiesteros para dar paso a una carrera más interesante. En ‘Att’, como en sus primeros sencillos, brilla más por las canciones y con ritmos algo más lentos, relajados, donde su personalidad brilla más que la velocidad, no es casual que hasta hoy ‘Wiggy’ siga siendo su mejor tema.
Pero hace falta una figura como ella. En el hip hop latino hacía falta una artista que so mejor característica fuese ser «cool». Ese es el fuerte de Young Miko, que su personalidad es la pieza esencial de sus canciones, es un punto que sirvió para artistas que evidentemente la han influenciado como Doctor Dre, hay mucho de ‘The Chronic’ en este disco aunque pasado por el filtro del trap. No todo tiene que ser una revolución política, o ritmos hipercomplejos, en ocasiones solo hay que ser interesante, y en eso brilla la artista.