La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una advertencia contundente: una nueva pandemia mundial podría estar al acecho, y esta vez debemos estar mejor preparados. En medio de la celebración del Día Mundial de la Salud, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, ha destacado que la posibilidad de otra crisis sanitaria global es más una cuestión de «cuándo» que de «si» ocurrirá. La amenaza podría provenir de una gripe, un nuevo coronavirus u otra enfermedad aún desconocida, pero la certeza es que debemos actuar con prontitud y cooperación internacional.
La urgencia es palpable: los expertos insisten en que el tiempo apremia y que debemos aprender de los errores pasados. La pandemia de COVID-19 no solo ha afectado a la salud pública, sino que también ha perturbado sociedades, economías y sistemas sanitarios en todo el mundo. La confianza entre personas, gobiernos e instituciones se ha visto erosionada, en parte debido a un «torrente de desinformación» que ha complicado la respuesta global. Ante este panorama, la OMS aboga por la necesidad de un pacto internacional que aborde la prevención, preparación y respuesta ante pandemias, con la participación activa de los 194 Estados Miembros.
Sin embargo, las negociaciones para alcanzar este acuerdo se enfrentan a desafíos significativos, incluida la difusión de información errónea y la resistencia a la idea de que dicho acuerdo podría socavar la soberanía nacional. El director general de la OMS enfatiza que estas afirmaciones son infundadas, pero su persistencia amenaza con socavar los esfuerzos para fortalecer la preparación global.
La cooperación internacional se erige como un pilar fundamental en la lucha contra futuras pandemias, basada en el compromiso compartido con el multilateralismo, la solidaridad y la equidad. Ante la sombría advertencia de la OMS, es imperativo que los líderes mundiales actúen con determinación y urgencia para estar preparados frente a esta nueva amenaza para la salud global.
2Aspectos claves para la preparación ante una Pandemia
Para fortalecer la capacidad de respuesta y preparación ante futuras pandemias, es crucial que los gobiernos implementen una serie de medidas esenciales. En primer lugar, es necesario invertir en la formación y contratación de personal sanitario, asegurando así una fuerza laboral cualificada y equitativa en todo el sistema de salud. Además, se debe incrementar la capacidad de respuesta a través de la ampliación de pruebas, rastreo y aislamiento de casos, así como el uso eficiente de los datos sanitarios para respaldar decisiones y mejorar los sistemas de vigilancia epidemiológica.
Otro aspecto clave es el fortalecimiento de la atención primaria y la prevención de enfermedades. Esto implica abordar la insuficiente inversión en promoción de la salud y en la prevención de enfermedades, priorizando estrategias que fomenten hábitos saludables y prevengan la propagación de patógenos.
Asimismo, es fundamental realizar inversiones en infraestructuras sanitarias, incluyendo la adquisición de equipos de protección personal y la mejora de las instalaciones médicas, para garantizar la disponibilidad de recursos durante una pandemia. En resumen, al identificar y priorizar estas medidas esenciales, los gobiernos pueden fortalecer su capacidad de respuesta y preparación ante futuras crisis sanitarias, protegiendo así la salud y el bienestar de la población.