El verano se acerca y en esa estación es cuando las zapatillas pasan a jugar un papel trascendental en nuestra vestimenta. Es que las mismas resaltan de las demás prendas, pero sobre todo si el color que es escoge es el blanco, ya que combinará prácticamente con cualquier otra gama. Con jeans, ropa deportiva y pantalones cortos, estarás bien.
Pero el problema principal pasa por la suciedad que nuestras amigas puedan llegar a generar, ya que la más mínima mancha se nota fácilmente. Desde pasto, tierra y otros roces típicos del suelo pueden arruinarnos nuestra buena presentación ante el público. Ahora bien, limpiar este calzado puede ser bastante difícil, teniendo en cuenta su material y los diversos rincones que tiene.
Las zapatillas y su limpieza pueden ser una odisea
De por si, tratar de que las zapatillas luzcan relucientes es complejo porque casi sin darnos cuenta, nos paseamos por cuanta superficie exista. Al mismo tiempo, además es complejo limpiarlas porque la forma hace complicado llegar a todos los rincones o porque bien, tardan mucho tiempo en secarse al aire libre debido a su especial tela, la cual suele ser bastante dura.
Cada parte de ellas tiene una manera diferente en la cual debe lavarse, ya sean los cordones, la suela o la mencionada tela. Sobre todo esto sucede cuando el calzado es blanco, en donde todo se hace más cuesta arriba. Por estos motivos se deben hacer algunos pasos simples, en donde el primero será retirar los cordones para posteriormente lavarlos aparte.
¿Cómo tener tus zapatillas blancas más lindas que nunca?
Estos cordones, en primer lugar, se deben poner en remojo en algún recipiente, el cual deberá tener agua tibia, vinagre y jabón o detergente. Luego se les pasará un pequeño cepillo (puede ser uno viejo de dientes) por las zonas más afectadas: Cualquier punto, mancha o imperfección es digna de este proceso. Si realizas todo esto y no funciona, se pueden dejar reposando en bicarbonato de sodio 30 minutos.
Con los cordones listos seguirás con la tela de las zapatillas blancas, acaso la parte más complicada. En una taza mezclaras bicarbonato con vinagre blanco, utilizando media taza de cada ingrediente. Al igual que el paso anterior, frotarás la zona con un cepillo para luego dejar reposar el producto cerca de 30 minutos. Finalmente estarán listas para enjuagar, dejar secar y utilizarlas.