El último partido de Euroliga entre el Real Madrid y el Baskonia concluyó con declaraciones contundentes, pero sinceras y valientes por parte de Mario Hezonja.
¿Pero qué fue lo que realmente sucedió?
Un jugador, cansado de los desaciertos del equipo durante los últimos dos meses, en los que el Real Madrid ha visto mermar su nivel de juego escudándose en los logros de un inicio de temporada espectacular, del Real Madrid de baloncesto decidió dar un paso al frente.
El encuentro resultaba intrascendente para un Real Madrid ya clasificado en primer lugar de su grupo tras una impresionante primera mitad de la temporada, aunque su rendimiento ha ido de más a menos. Para el Baskonia, sin embargo, representaba una última oportunidad matemática de acceder a los playoffs y mantener vivas sus esperanzas de avanzar en la competición.
El Madrid comenzó dominando el partido con una ventaja de 15 puntos, exhibiendo un juego rápido y, por momentos, brillante, algo que no se había visto en el WiZink Center en al menos tres meses. Sin embargo, la ilusión pronto se desvaneció.
No es mi intención restar méritos a la victoria del Baskonia, pero el Real Madrid cayó nuevamente en una serie de errores que culminaron con las declaraciones postpartido de «Supermario»: «He sentido vergüenza». Los aficionados compartimos ese sentimiento.
Desde su lesión, Tavares no ha sido el mismo. Apenas aporta y es una sombra del que todos hemos considerado como jugador más dominante de Europa. Ante el Baskonia otra lamentable actución y eliminado por 5 faltas personales. Campazzo, a pesar de deslumbrar en los primeros meses, ha mostrado una sorprendente propensión a perder balones y su rendimiento ha sido irregular, pareciendo en ocasiones más interesado en aparecer en los resúmenes de la semana que en contribuir al juego de equipo colectivo. Llull, emblema del equipo durante casi dos décadas 0 puntos en el partido, ha pasado desapercibido durante meses, casi no anota y pierde balones por doquier, mientras que Gabi Deck y Sergio Rodríguez muestran una sombra de su antiguo nivel, con más días malos que buenos.
En este contexto, solo la determinación de jugadores como Hezonja, Musa o Poirier está manteniendo el nivel esperado a estas alturas de la temporada (el cual fue evidente en los primeros meses).
Igualmente preocupante es la dirección de Chus Mateo, quien parece competente cuando el equipo está en forma, pero carece de capacidad para plantear estrategias tácticas efectivas ante adversidades. Aún más crítica es su gestión del equipo. Frente a un Baskonia que remontó 15 puntos en poco más de un cuarto, Mateo no concedió ni un minuto a dos jugadores clave, Rudy Fernández y Abalde.
Abalde ha demostrado su capacidad para contribuir significativamente en el marcador, es extraña su falta de minutos. Justamente la anotación es un aspecto en el que Tavares ha desaparecido notablemente. Rudy, con su entrega defensiva y amenaza triple, podría haber ofrecido soluciones en un partido que comenzó con el Real Madrid anotando 27 puntos en el primer cuarto pero que luego perdió frente a un rival inferior, y jugando en casa, en los tres cuartos siguientes. Si Rudy y Abalde no iban a jugar, ¿no habría sido preferible convocar a otros jugadores, ya que hasta 3 quedaron fuera de la convocatoria?
La preparación de la temporada por parte del Real Madrid genera dudas y temores entre los aficionados. ¿Fue tan errónea que el equipo alcanzó su pico de forma física demasiado pronto, cuando los demás equipos aún se estaban adaptando, culminando en una temporada que prometía ser brillante pero que podría terminar con solo una Copa del Rey como consuelo para el Real Madrid de baloncesto?
Hoy en día, cualquier equipo parece capaz de desafiar al Real Madrid, incluso el último clasificado. La facilidad con la que los rivales ponen en aprietos al equipo en el WiZink Center es anormal y preocupante.
Por estas razones, la frustración de «SuperMario» es comprensible. Revela la indignación de un jugador excepcional, frustrado por perder y no consolado por los logros de los primeros tres meses de competición. Pero no nos equivoquemos, este equipo no es el mismo que vimos en octubre o noviembre; está muy lejos de aquel nivel.
En este momento, parece mucho más crucial y necesario contar con la renovación de «SuperMario» que la de Tavares. El primero ofrece consistencia, tenacidad y un nivel e intensidad que Tavares, con sus lesiones y su inconsistente rendimiento reciente, no puede igualar.
Esperamos que el Real Madrid vuelva a su mejor forma, porque su ausencia se ha notado prematuramente y la temporada podría terminar de forma trágica.
Y este domingo a las 18.30 Real Madrid – Barcelona…