Las fresas son, sin duda, una de las frutas más apreciadas y disfrutadas por los amantes de los placeres sencillos. Su intenso color rojo, su sabor ácido y refrescante, sumado a su perfil nutricional rico en vitaminas, minerales y antioxidantes, las convierten en un manjar irresistible durante su temporada de recolección, propia de los meses de febrero y mayo, y también durante el resto del año.
Sin embargo, a pesar de su aparente inocencia, las fresas han sido objeto de un intenso debate en las últimas semanas por parte de organizaciones de consumidores y expertos en alimentación. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revelado que la mayoría de las personas llevan toda la vida lavando y desinfectando las fresas de forma incorrecta, lo que podría tener implicaciones en la salud y la seguridad alimentaria. En este artículo te contaremos cuál es la forma ideal de lavar las fresas y las frutas en general. ¡No te lo pierdas!
4La Clave: Lavar solo la cantidad a consumir
Uno de los puntos clave destacados por la OCU es que solo se deben lavar las fresas que se vayan a consumir en ese momento. Lavarlas todas de una vez y guardarlas húmedas en el refrigerador podría favorecer el crecimiento de moho, echando a perder la fruta. Esta recomendación busca evitar la acumulación de humedad innecesaria y prevenir el desarrollo de hongos que podrían contaminar las fresas, asegurando así su frescura y calidad durante un mayor período de tiempo.