En la ciudad de Sevilla, mítica capital de la provincia de Andalucía, existe un lugar mágico lleno de historias y aventura. Nos referimos a la Puerta del León del Real Alcázar, el cual tiene una altura de 8,5 metros y da directamente con el patio del lugar. Si bien hay muchísimas construcciones preciosas en este lugar concurrido de España, esta reliquia de la arquitectura es de las más populares.
También conocida popularmente como Puerta de la Montería, también da directamente con el palacio del Rey Pedro I. Si bien hay varias historias en cuanto al origen de su nombre, lo cierto es que ninguna de ellas está confirmada. Los escritos que datan desde mediados del siglo XIX indican que el sitio se llamaba como se indica al principio de este párrafo, mientras que Puerta del León viene dado por el patio al que da acceso.
La Puerta del León, uno de los sitios más visitados de Sevilla
Su famosa figura formada por un panel de azulejos, la cual forma un mítico león, fue realizada en cerámica trianera durante el año 1892. La misma se conserva en óptimas condiciones y es una de las más fotografiadas de todo el lugar. Es que el turismo juega un rol muy importante para este rincón de la ciudad, ya que es visitado permanentemente sin importar la estación del año.
Si eres extranjero o bien de otra parte de España, hay vuelos directos a Sevilla con paquetes de alojamiento, los cuales tienen visitas guiadas y obviamente incluye este lugar tan mítico. Las investigaciones todavía siguen y el Alcázar revela cada vez más secretos, siendo este monumento uno de los más enigmáticos de toda la ciudad.
Más detalles sobre la Puerta de León de Sevilla
La misma data desde el comienzo de la Edad Moderna, a mediados del siglo XV. Dentro de ella han pasado muchas personalidades de la corona española, y en paralelo la misma se ha ido modificando con el correr de los años, pero siempre preservando ese estilo que tanto la destaca hasta el día de hoy. Dentro de ellas hay dos esculturas renacentistas que decoran a la perfección sus paredes.
Una es la creada por Francisco Pisano en 1504, siendo la misma un altar de azulejos que se encuentra en el oratorio de los Reyes Católicos. La segunda data del año 1536, pero en este caso el autor fue Alejo Fernández. Se trata de un retablo pictórico dedicado a la Virgen de los Navegantes, algo que estaba muy presente en la época, ya que, pocos años atrás, se descubría América y los viajes no cesaban.