El tenista balear afronta el ATP de tierra batida con algunas incógnitas sobre su estado físico
Rafa Nadal se estuvo preparando para un regreso a las pistas en Montecarlo. Pero, a día de hoy, el tenista ha sembrado bastantes dudas al respecto. Y es que el no termina de encontrar el punto que necesita para poder ser competitivo y, por esa razón, decidió no jugar el pasado torneo. Sin embargo, las dudas siguen siendo más que evidentes. Cada vez, más.
De hecho, en el último año y medio, Rafa Nadal solo ha podido disputar dos partidos oficiales antes de volver a caer ante Jordan Thompson. Lo que parecía que era un problema puntual, de nuevo, se ha convertido en una nueva lesión que incluso le impide competir. El espejismo del Slam de Netflix nos hizo creer que el balear estaba de nuevo en condiciones de competir. Pero a su llegada a Montecarlo no parece que sea así.
Rafa Nadal sigue sin estar plenamente en condiciones para jugar en Montecarlo
Es más; en este mes de abril se han cumplido 666 días desde la última vez que pisó la tierra batida y el tenista de Manacor ha vivido este periodo en forma de lesiones. Esta final disputada contra Casper Ruud fue la última ocasión en la que jugó un encuentro de tierra batida. Allí destrozó en la final al noruego después de haber realizado un torneo perfecto con victorias sobre Auger-Aliassime, Djokovic y Zverev, que se tuvo que retirar lesionado de gravedad en el tie break del segundo set.
Sí, ciertamente está inscrito para jugar el ATP de Montecarlo. Después de sufrir una contractura en la espalda en los días previos al Slam de Netflix, en el que se midió a Carlos Alcaraz, el tenista balear pudo tener un conato de recaída, que le llevó a renunciar al Masters 1000 de Indian Wells por no encontrarse al 100%. Sin embargo, una resonancia magnética habría descartado cualquier daño importante en el campeón de 22 torneos de Grand Slam.
Está cerca de recuperarse completamente
Las noticias nos van diciendo que Rafa Nadal parece que está cerca de recuperarse completamente, pero lo que apunta a reaparición inminente, se termina retrasando. Y eso es, precisamente, lo que Roger Federer trató de evitar antes de su adiós. Ahora, en Montecarlo, tiene una oportunidad de volver a demostrarse en qué estado se encuentra y si podrá completar los torneos que le quedan a un buen nivel.
En esas, lo que pasará en un futuro próximo con el jugador balear no lo sabe nadie, tampoco él. Y es que el tiempo se agota y si Rafa ve que no tiene las mínimas garantías de ser competitivo en pista no jugará, como él ha declarado en varias ocasiones. El tenista, por su parte, parte en la lista con el noveno puesto que le concede el ranking protegido y que asegura su lugar en el cuadro final.