Uno de los alimentos más populares del mundo es el pan, el cual data incluso antes del nacimiento de Jesucristo. Ahora bien, el paso del tiempo hizo lo suyo y nacieron diferentes variaciones a la hora de prepararlo, siendo una de ellas el pan de masa madre. Esto ofrece un sabor muy agradable al paladar, el cual se puede disfrutar desde que se toma con la mano gracias a su textura singular.
Como mencionamos, a diferencia del pan tradicional el que se hace con masa madre ofrece un sabor de mayor profundidad, pero además tiene más conservación. El mismo mejora con el paso de los días gracias a su acidez, ya que la masa protege la indeseable aparición de hongos y moho. Por su parte, la digestión y asimilación al cuerpo es bastante superior, ya que tiene mejores nutrientes.
Consejos para preparan un pan de masa madre ideal
Existen varias maneras de elaborar pan de masa madre, por lo cual hay algunos consejos que te serán bastante útiles y óptimos. En primer lugar se debe refrescar la mencionada masa por al menos dos días, con una elevada proporción de agua y harina en relación al otro producto. Esto maquillará bastante la acidez y se conseguirá un levado más veloz, quedando un sabor más suave.
Ahora bien, si se la refresca varias veces al día lograremos aumentar notablemente la velocidad de fermentación, algo conveniente si no contamos con tanto tiempo para cocinar. Por su parte, para prepara un pan casero de masa madre se debe desechar cerca de un 25% del peso de la harina a utilizar. Por ejemplo, para un pan que lleve 500 gramos de harina usaremos unos 110 gramos de masa madre.
Las principales características de un pan de masa madre bien realizado
Siguiendo los pasos mencionados y antes de llevar al horno, existen una serie de ítems que te ayudarán a darte cuenta si hiciste un buen trabajo. En primer lugar la masa madre debe tener los bordes bien redondeados tras reposar. Por su parte, la textura tendrá que ser evidentemente suave al tacto, doblándola en un tercer paso para generar tensión. Al estirar los extremos debemos chequear que no se rompan fácilmente, dejando pasar la luz.
Te preguntarás, ¿Cuál es el punto correcto a la hora de hornearlo? Si bien a veces va por cuestión de gustos, lo cierto es que hay pautas inquebrantables. Por ejemplo, si al presionar con el dedo la masa vuelve rápido a su lugar sin dejar huella, es que le falta fermentación. Por su parte, si la misma no regresa y queda la huella mercada es que se fermentó más de la cuenta. Si esto sucede, puedes retirar el pan del horno, elaborando otro pan agregando más harina, agua y un poquito de sal, volviéndolo a amasar.