La Fiscalía pide seis años de prisión para J.P.P. por un delito continuado de abuso sexual a una niña de 10 años en el juicio que se celebrará este miércoles en la Audiencia Provincial de Cuenca.
De acuerdo con el escrito de la fiscal, los hechos ocurrieron en el año 2019 y el acusado, valiéndose de la relación de amistad que tenía con los padres de la menor, «logró hacerse con la confianza de la misma, con la única y exclusiva voluntad de satisfacer sus deseos y ánimo libidinoso» y, sin que se conozcan las fechas exactas, «la hizo objeto de sucesivos actos de tocamientos en sus partes íntimas, besos y abrazos».
Siempre según la versión de la Fiscalía, el acusado invitó en dos ocasiones a la niña a ir con él al río, en concreto al paraje en el río Júcar, «aprovechando en ambos momentos, a subirla por sus piernas, cogerle la mano y ponérsela en sus órganos genitales, besarla y abrazarla».
Alrededor del mediados de junio de ese año, encontrándose la niña sentada en un muro en la cercanía de su domicilio, «volvió a acercarse a ella situándose enfrente y mientras la cogía de la espalda y glúteos se la aproximaba hasta alcanzar y lograr entrar en contacto sus órganos genitales con los de la niña, para a continuación, con la excusa de que le iba a regalar una pulsera, convencerla para que lo acompañara hasta su vehículo, estacionado en un parking en las inmediaciones, momento en el que también aprovechó para besarla, tocarla por encima de la ropa».
Finalmente, en otra ocasión, sin haberse podido determinar con concreción la fecha, encontrándose también con el acusado a bordo de su vehículo en la zona próxima a la Plaza Mayor, «volvió a hacerla objeto de tocamientos libidinosos acariciando sus genitales, esta vez introduciendo incluso su mano por debajo de su ropa».
Como consecuencia de estos hechos la niña presenta una sintomatología ansioso- depresiva con afectación de esfera cognitiva, emocional y conductual presentando sentimientos de miedo, suspicacia, conductas de evitación, sin que conste el seguimiento de tratamiento médico o psicológico alguno, según describe la fiscal.
Los hechos descritos constituyen un delito continuado de abuso sexual a menores de 16 años por el que el acusado se enfrenta a una pena de seis años de prisión, ocho de libertad vigilada y una prohibición de acercarse a menos de 500 metros y de comunicarse con la víctima durante una década. Además se le reclama una indemnización de 2.500 euros por los perjuicios morales causados.