En las carreteras españolas, los conductores han desarrollado una amplia gama de expresiones personalizadas para decorar sus vehículos. Desde pegatinas con animales hasta banderas y flores, estas manifestaciones estéticas reflejan la individualidad de cada conductor. Sin embargo, hay un símbolo en particular que ha captado la atención de las autoridades: la hoja decorativa adherida a la matrícula del vehículo. Lo que podría parecer un simple adorno inofensivo, en realidad, oculta un propósito mucho más preocupante que ha llevado a la Dirección General de Tráfico (DGT) a emitir una advertencia contundente.
Esta aparente inocente hoja verde, que muchos conductores exhiben en sus matrículas, no es más que un ingenioso truco para evadir las multas de tráfico. Al ocultar parcialmente los números y letras de la matrícula, estos conductores buscan sortear los controles de velocidad y evitar ser detectados por los radares. Sin embargo, esta estrategia tiene un alto precio: multas que pueden alcanzar los 6.000 euros y la pérdida de hasta 6 puntos del carnet de conducir. La DGT ha dejado en claro que cualquier intento de modificar, ocultar o manipular las placas de matrícula será considerado una infracción grave y llevará a severas sanciones. En este artículo te contaremos los motivos que han llevado a la DGT a imponer este tipo de “castigo” para detener esta práctica cada vez más habitual.
2DGT: conduciendo al filo de la ley
Pero el ingenio de estos conductores no se detiene ahí. En los casos más avanzados, estas hojas funcionan mediante un mando a distancia, permitiendo que el imán se despegue de la matrícula en caso de encontrarse con un control de la DGT. De esta manera, los infractores pueden rebasar los límites de velocidad sin ser detectados por los radares, convirtiéndose en auténticos fantasmas en las carreteras.