La vida de Mario Conde es digna de una película de Hollywood. Es que tuvo tantos vaivenes que se pueden contar muchísimas cosas, y eso trataremos de hacer a continuación. Comenzó a codearse con personas poderosas desde su etapa de banquero durante la década del ’70, pero luego dio un paso mucho más grande y se transformó en presidente del Banco Banesto, siendo el más joven en este rubro.
Esto fue, en parte, gracias a la venta de una empresa farmacéutica que tenía junto a Juan Abelló Gallo, la cual fue adquirida por una multinacional que le dejó una verdadera fortuna. Es que la transacción lo inspiró a meterse en el mundo de las finanzas, en donde permaneció gran parte de su vida. Pero lo que pocos (e incluso él mismo) imaginaban es todo lo que vendría después para este singular personaje.
Poder, elegancia y misterio: Mario Conde salta a la fama
La década del 90′ está marcada como una época de avance tecnológico voraz, nuevos líderes en el mundo y un nuevo rumbo en el marco económico. Nuevos ricos pisaron firme en varias partes del globo y Conde era uno de ellos. Duro con la prensa amarilla, era reacio a los micrófonos cuando se indagaba sobre su patrimonio. La fachada no duró mucho: El Caso Banesto le arruinó la vida.
¿Y qué es el Caso Banesto? Los más jóvenes quizás no lo saben, pero se refiere al mayor escándalo financiero de España en la última parte del siglo XX. Su entidad tenía un agujero económico mayor a 450 millones de pesetas, unos 2700 millones de euros. Ante esta deuda impresionante, el Banco Nacional de España intervino y dictaminó la quiebra del mismo, dejando a Mario Conde muy comprometido.
Condena para Mario Conde: Un país paralizado y un resurgir inesperado
Tras confirmarse sus delitos de estafa y apropiación indebida de dinero, nuestro protagonista fue condenado a 20 años de prisión. Sin embargo, y luego de poner varios palos en la rueda para intentar estirar las cosas, Conde solo estuvo detrás de las rejas durante cuatro años (entre 2002 y 2006). Su vía de escape fue, entre otras cosas, tener abogados poderosos y pagar una sustancial fianza.
Tras salir de la cárcel, Mario Conde vive en Sevilla con su pareja Adriana Torres Silva, marquesa de Casa Mendaro. Tras vender su lujoso palacete de Madrid, lugar en el cual vivió durante toda la década del ’90, se hizo con una suma millonaria que le permite vivir plácidamente y lejos de los ojos de la prensa española.