En Japón, el florecimiento de los cerezos es un evento de gran importancia cultural y social que marca la llegada de la primavera. Este fenómeno natural, conocido como «Sakura», da lugar a una celebración llamada Hanami, en la que las personas se reúnen para contemplar y disfrutar de la belleza efímera de los cerezos en flor. Esta tradición tiene profundas raíces históricas y culturales que han moldeado la identidad japonesa a lo largo de los siglos, pero también se ha extendido fuera del país, pudiendo hacerse incluso en España.
5Poemas y canciones
El Hanami ha inspirado numerosos poemas y canciones a lo largo de la historia japonesa. Durante el período Heian, la poesía era una parte integral de las celebraciones de Hanami, con poetas aristocráticos componiendo waka (poemas cortos) que capturaban la belleza de los cerezos en flor y el espíritu de la primavera.
Uno de los poemas más famosos sobre el Hanami es del poeta Matsuo Basho, del período Edo:
En este mundo no hay nada seguro, salvo la muerte y los cerezos en flor.
Esta breve composición refleja la filosofía del wabi-sabi y la apreciación de la belleza efímera que caracteriza al Hanami.