Una de las cosas más complejas del tratamiento y cuidado de las personas afectadas por el Alzheimer es la gestión diaria de su actividad. Ofrecer estímulos adecuados para acompañarlos a lo largo del inevitable deterioro cognitivo es una labor dura para los familiares.
Afortunadamente, existen muchas opciones para apoyar a los enfermos y a sus familias. Una de las más recurrentes es la participación de estas personas en un centro de día alzheimer, donde profesionales formados en el cuidado de estos pacientes les ayudan y atienden de manera constante.
Dentro de los centros de alzheimer de la capital, Manava ha sido recientemente destacado por la asociación madrileña de apoyo a la dependencia AMADE.
En el acto de entrega del galardón, que tuvo lugar en diciembre del pasado año en una gala con más de 100 profesionales del sector, el colectivo puso en valor la innovación en el terreno asistencial de este centro de día, gracias a sus programas centrados en el desarrollo de la autonomía de los ancianos afectados por esta dolencia cognitiva.
Con este galardón, Manava solo acaba por confirmar una trayectoria que les ha colocado como uno de los centros de día en Madrid que más y mejor ayudan a los enfermos de Alzheimer, demencias y daños cerebrales con terapias innovadoras y pioneras.
Identificar los estímulos sensoriales: un importante reto para los enfermos de Alzheimer
¿Qué ha llevado a Manava a ser uno de los espacios de referencia para la atención diaria de personas con Alzheimer? Desde el propio centro, con sede en la calle de la Isla de La Gomera, número 13, en el distrito de Tetuán, destacan el esfuerzo de su equipo profesional por trabajar jornada a jornada las funciones cognitivas de sus usuarios.
En las enfermedades con deterioro cognitivo, las personas comienzan a tener una gran dependencia a la hora de desempeñarse en su día a día: no reconocen objetivos, olvidan rostros familiares, son incapaces de percibir ciertos sonidos… Esto se identifica como problemas a nivel gnóstico.
¿Y qué son las gnosias? Estímulos que se reciben a través de los sentidos y que permiten identificar patrones de conducta, localizaciones espaciales, identificaciones de espacios, personas u objetos conocidos o incluso aromas. El Alzheimer, como otras enfermedades similares, hace que el paciente siga percibiendo estas señales, pero poco a poco tenga dificultades para interpretarlas y actuar en consecuencia.
El papel de los centros de día
Los centros de día se han convertido en una herramienta necesaria para que las personas con este tipo de diagnóstico sigan reaccionando correctamente a las gnosias.
Un ejemplo es el de Manava, que se ha puesto a la vanguardia de las terapias contra el Alzheimer en Madrid con un programa llamado La casa de Manava.
Los profesionales del centro de día en madrid para el Alzheimer han generado un entorno simulado de un hogar. En este espacio controlado, los terapistas ayudan a los usuarios a mantenerse familiarizados con las tareas cotidianas y a mantener su autonomía en la realización de tareas domésticas de un modo seguro y tutorizado.
Esto, combinado con otras terapias centradas en las necesidades de cada persona, han logrado resultados muy positivos para los pacientes, que se mantienen en el mejor estado emocional, funcional, motor y cognitivo.
Estos puntos hacen que llevar a una persona a un centro de día de Alzheimer sea la mejor opción para que su enfermedad no se convierta en un grave impedimento desde las primeras etapas.