La situación del turismo de la «España vaciada» parecía que había cambiado con la pandemia, cuando muchos turistas apostaron por cambiar sus viajes de las grandes ciudades y zonas de playa a destinos rurales. Pero desde entonces, a medida que la gente se ha reencontrado con la normalidad, poco a poco ha ido perdiendo un porcentaje de viajeros con los datos del inicio de este año, volviendo a dejar claro que los españoles al final han preferido sus destinos de siempre.
El pasado mes de febrero, las pernoctaciones en apartamentos turísticos en España crecieron un 6,7%, las de campings un 11,2% y las de albergues un 39,2%. Por su parte, las pernoctaciones registradas en alojamientos de turismo rural descendieron un 5,1%. Es una señal complicada para algunas zonas que habían visto en el turismo un nuevo ingreso que servía como contrapeso a otra lista de problemas que sufren en este tipo de zonas.
Mientras tanto, es una buena noticia para el sector hotelero tradicional, que ya había anunciado que esta Semana Santa había vuelto a romper los récords de reservas en los hoteles de todo el territorio, un hecho que también ha dado premio a los medios de transporte, sobre todo a los trenes de alta velocidad, pero también a las aerolíneas, pero que una vez más deja de lado a los habitantes de la «España Vaciada» sin opciones para atraer turistas que pueden servir como una nueva forma de ingreso.
LA COMPLEJIDAD DE CONECTAR LA «ESPAÑA VACIADA»
Al mismo tiempo, es complicado imaginar que la situación cambie de un día para otro si estas zonas rurales se mantienen desconectadas de las rutas del tren. De momento parece que la situación es complicada de corregir, con el Ministro de Transporte, Óscar Puente, dejando claro que a pesar de las necesidades de los habitantes de esta zona la inversión era demasiado grande como para justificar, acercando por ejemplo el costo de conectar Burgos y Aranda del Duero con Madrid en unos 1.300 millones de euros.
Por tanto, y con los datos del tren de alta velocidad creciendo en todas las rutas, apuntando a que la conexión por este medio de transporte será cada día más importante. Por tanto, el castigo de no tener un AVE de Renfe puede mantenerlos en el olvido a la hora de hacer plantes, al menos Aranda y Burgos tienen ventajas como haber sido la ciudad europea del vino en 2020 y eventos como el Sonorama Ribera, pero otras zonas que solo tienen para ofrecer sus paisajes y su clima pueden sufrir demasiado.
Por lo demás, no parece que estos datos vayan a cambiar de cara al verano. Todo apunta a que el turismo seguirá concentrando en las grandes ciudades y en las zonas de playa, donde los números recientes siguen siendo positivos y donde se concentran no solo los intereses de viajes de los españoles, sino los grandes eventos turísticos, sean fiestas locales o los grandes conciertos y festivales que ocurren en la temporada estival. Esto deja una vez más a la España Vaciada como un territorio de paso para buena parte de los españoles y turistas internacionales.
LOS APARTAMENTOS TURÍSTICOS CRECEN A PESAR DE LAS CRÍTICAS
La otra realidad a tener en cuenta es que a pesar de los buenos números de los hoteles, los viajeros que se hospedan en apartamentos tampoco dejan de aumentar. Las pernoctaciones en apartamentos turísticos crecieron un 6,7% en febrero. Las de residentes descendieron un 1,8%, mientras que las de no residentes crecieron un 9,3%.
En ese aspecto, Canarias fue el destino favorito de los viajeros, que aprovecharon sus últimos días de vacaciones para huir del frío invernal. En total son más de 2,2 millones de pernoctaciones y un aumento del 5,4% respecto a febrero de 2023. También tuvo la mayor ocupación, con el 85,9% de los apartamentos ofertados.
Por zonas turísticas, la Isla de Tenerife fue el destino favorito, con casi 772.000 pernoctaciones. La Isla de Gran Canaria presentó el mayor grado de ocupación por apartamentos, del 88,6%. Los puntos turísticos con mayor número de pernoctaciones fueron San Bartolomé de Tirajana, Arona y Mogán.
EL TURISMO RURAL ES UNA OPCIÓN PARA RENFE LEJOS DE LA COMPETENCIA
Lo que parece interesante de este tipo de destinos es que incluso de capa caída el turismo rural puede ser una buena opción para Renfe. La estatal, que ha dado pérdidas en 2023, sabe que tiene que competir en precios y servicios con los nuevos competidores en las principales rutas del país, como las que conectan Madrid con Valencia y Barcelona.
Por tanto, abrirse a estas nuevas rutas puede ser una estrategia inteligente. Mientras que el ministro de transporte se queja de los precios bajos de la competencia, la empresa estatal no se plantea otras soluciones que además podrían recuperar un sector turístico especialmente afectado por la realidad de la desconexión de una parte importante de España.