Aunque se sigue mostrando optimismo desde las patronales, todo indica que la tensión por el acuerdo del convenio colectivo de las VTC de Madrid se mantendrá 9 días más hasta el 10 de abril. Esto mantiene la tensión con CC.OO., UGT y SLT, los tres sindicatos que representan a los trabajadores de Cabify, Bolt y Uber, que siguen manteniendo su línea roja de aumentar el sueldo mínimo hasta los 18.000 euros anuales, y que mantiene abierta la posibilidad de protestas por parte de los sindicatos.
Aun sin un acuerdo de momento Unauto VTC y Feneval se muestran optimistas en cuanto al avance de las conversaciones. Para ellos el cambio de fecha es una parte normal de este tipo de negociaciones, y simplemente lo resumen a un problema normal en este tipo de negociaciones. Es cierto que desde los sindicatos se asegura que hay otros motivos, ligados específicamente a la presencia de Movea y Anacon VTC en las negociaciones, no es un secreto que desde Anacon VTC han abierto la puerta a impugnar el convenio una vez cerrado, y esto puede cambiar de nuevo la situación.
Pero de momento hay una tensa calma en las negociaciones. Para las patronales es importante que este acuerdo sea definitivo, y que les permita seguir operando con normalidad, es cierto que para ello requieren primero ceder en cuanto al sueldo mínimo exigido por los sindicatos o conseguir que estos cedan. Al mismo tiempo, tener un acuerdo cerrado permitiría enfrentar otros problemas que tienen de frente, como la posible aprobación de las nuevas licencias de Cabify en Madrid o los reglamentos que los expulsan de algunas comunidades autónomas.
LAS 25.000 LICENCIAS DE CABIFY PUEDEN TRASTOCAR LA NEGOCIACIÓN
Pero si algo puede cambiar de un día para otro la negociación entre los sindicatos y las patronales, esto sería que se aprobaran las licencias de Cabify solicitadas en 2018 y que de momento esperan respuesta en los tribunales de la Comunidad de Madrid. De ser estas podrían generar un desequilibrio en el mercado que además complicaría llegar a acuerdos en cuanto a sueldos y otras medidas que entran en la conversación entra las dos partes. Es que con la entrada solo de las 1.000 licencias que el supremo permitió que el unicornio español volviera a solicitar, sería suficiente para romper equilibrios en el mercado.
Esto obliga a que la negociación deba avanzar más rápidamente. Un acuerdo de salarios mínimos podría ser otro argumento que esgrimir frente a la CAM, junto a la sostenibilidad y al tráfico en la ciudad, para mantener las nuevas licencias fuera de circulación. Es un punto clave que tener en cuenta en los próximos meses, aunque con la velocidad de los tribunales españoles y una Semana Santa de por medio es fácil pensar que puede tardar algo más de tiempo la decisión, y darle algo de oxígeno a las negociaciones para llegar a buen puerto en Madrid.
Además, como es lógico, es una decisión que no debería cambiar las exigencias de los sindicatos. Para nadie es un secreto, incluso cuando las defienden, las horas que suelen pasar los conductores de las VTC en sus vehículos para conseguir un sueldo suficiente para subsistir son demasiado altas, no solo por el tiempo que obliga a trabajar a los conductores, sino por los riesgos que implica pasar tanto tiempo frente al volante. Es una situación complicada de cara a las negociaciones, y que da incentivos a ambas partes para acelerar los plazos de la negociación de convenio.
LA BUENA NOTICIA PARA UBER, CABIFY Y BOLT: LA CNMC PIDE REVISAR EL LÍMITE DE PRECIOS EN MADRID
Pero al menos Cabify, Uber y Bolt han conseguido un pequeño salvavidas en la Comunidad de Madrid. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha pedido revisar los controles de precio solicitados en el nuevo reglamento, asegurando que pueden ser demasiado estrictos. «La CNMC considera que algunas de ellas podrían ser desproporcionadas y deberían justificarse mejor: por ejemplo, aquellas relacionadas con el número mínimo de conductores por licencia, los requisitos técnicos de los vehículos y el precio máximo exigible en momentos de alta demanda», se lee en el documento de Comisión.
Es un pequeño punto a favor en medio de la tormenta que está resultando ser la negociación entre los sindicatos y las patronales en Madrid. El espectro de protestas de calle, o incluso de una huelga, está más cerca cada día que pasa sin resolverse la situación y aunque se mantiene el optimismo en patronal, la realidad sigue siendo delicada.