El vino forma parte de la historia de la humanidad, y está unido al desarrollo de nuestras civilizaciones (al menos en occidente), desde el año 6,000 a C, que es cuando se registran las primeras evidencias arqueológicas relacionadas con la elaboración del vino. Concretamente en la región de Georgia, en Europa central. El vino es la fermentación del zumo de la uva mediante levaduras, que se transforma en una bebida alcohólica. A lo largo de los siglos, se ha utilizado como medicina y como elemento cultural y social. Forma parte de cultos religiosos, de la cultura gastronómica y de la economía de muchos países.
3LOS EFECTOS BENEFICIOSOS DEL VINO
El vino, por lo tanto, ha sido nuestro gran acompañante en la mesa desde las civilizaciones más antiguas, pero es en los últimos tiempos (cuando la ciencia lo ha permitido), que las investigaciones se han centrado en analizar como actúa este fantástico producto en el organismo. Algunos de los estudios más destacados son los que se han llevado a cabo sobre el resveratrol y su potencial capacidad para inhibir las células cancerígenas. También se han analizado los polifenoles, que tienen propiedades antienvejecimiento. Asimismo, se piensa a que los flavonoides que contiene pueden protegernos de la gripe. Algunas cuentas asocian un consumo moderado de vino a un mejor riesgo de diabetes.