Más allá de las tradicionales pastillas anticonceptivas y del preservativo, existen un buen número de sistemas cuya finalidad es evitar embarazos indeseados. Pero ¿conoces de cuáles puedes fiarte y cuáles son aquellos que no deberías usar? En las siguientes líneas los repasamos todos, analizando sus ventajas y sus inconvenientes.
Preservativo masculino
Es una barrera física que evita que el esperma llegue al útero. Es fácil de usar, económico y muy eficaz. Además, protege contra las ETS (enfermedades de transmisión sexual).
Añadimos que este dispositivo de barrera, si es de baja calidad, puede romperse con relativa facilidad. Por eso es recomendable emplear siempre preservativos de marcas reconocidas, caso de Durex.
Preservativo femenino
Su mecanismo de acción es similar al del preservativo masculino, es decir, también actúa como una barrera física para el esperma, con las mismas ventajas que el preservativo masculino. Sin embargo, no goza de excesiva popularidad.
Pastillas anticonceptivas
Popularmente conocidas como “la píldora”, suministran hormonas que impiden que los óvulos sean fecundados. Son altamente efectivas y seguras, siempre que se tomen bajo supervisión médica. Por el contrario, no protegen contra las ETS, y su uso a muy largo plazo puede provocar algunos efectos adversos.
DIU (dispositivo intrauterino)
Se trata de un dispositivo que se coloca en la entrada del útero, impidiendo físicamente que los espermatozoides penetren en él. También es muy efectivo, aunque están documentados casos de fallos, normalmente provocados por una colocación inadecuada del mismo o un desplazamiento espontáneo. No protege contra las ETS.
SIU (sistema intrauterino)
Es una evolución del DIU. La diferencia es que el SIU, además de bloquear la entrada del útero, libera hormonas que impiden que los óvulos sean fecundados. Su fiabilidad ronda el 100 %.
Anillo anticonceptivo
Se trata de un anillo flexible que se coloca dentro de la vagina y libera hormonas. Se cambia mensualmente. Tiene una efectividad anticonceptiva aceptable, pero no total, y es ineficaz para prevenir ETS.
Parche hormonal
Estos parches se adhieren a la piel, a fin de que liberen hormonas anticonceptivas. La efectividad no es del 100 % y tampoco sirve para prevenir las ETS.
Implante anticonceptivo
Se trata de un dispositivo que se coloca bajo la piel y también libera hormonas. Puede durar hasta 3 años y su efectividad es similar a la de los parches hormonales.
Óvulos espermicidas
Su nombre invita a la confusión: en realidad, son unos supositorios espermicidas que se introducen en la vagina, previamente a la realización del acto. Su efectividad no es total, por lo que se recomienda emplearlos como complemento de otros sistemas anticonceptivos.
Sistema de la temperatura basal
Se determinan cuáles son los días fértiles e infértiles de la mujer, con base en la medición de su temperatura corporal. Sistema poco fiable y no recomendado.
Método Ogino
Similar al anterior, la elección de los periodos en los que se pueden mantener relaciones depende de la observación y control de varios ciclos fértiles previos. Tampoco es fiable, por lo que no se recomienda su empleo.
Coitus interruptus
El rudimentario método de la “marcha atrás” es un sistema anticonceptivo de muy alto riesgo: siempre se liberan pequeñas cantidades de esperma antes de que se produzca la eyaculación. Por tanto, es otro método que debe evitarse.
Estos son los métodos anticonceptivos que debes conocer antes de tener cualquier tipo de relación. Finalmente, no hemos mencionado el denominado sistema de la “píldora del día después”, puesto que ese no es un método anticonceptivo, sino un sistema de interrupción temprana de posibles embarazos.